LA MECA, Arabia Saudita.- Millones de musulmanes del mundo entero se congregaron ayer en La Meca para iniciar su peregrinaje anual del hajj en medio de fuertes medidas de seguridad. Hombres y mujeres vestidos con batas blancas dieron siete vueltas a la Kaaba, el sitio más sagrado del Islam, en la ceremonia llamada Umra previa al inicio oficial del peregrinaje, hoy.
El rey Abdula ha invitado a 1.000 dignatarios para la hajj de este año, entre ellos el presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad. Se estima que en el curso de los dos próximos días alrededor de 2,5 millones de peregrinos irán de La Meca al monte Arafat.
Las ceremonias concluirán mañana con la simbólica lapidación del demonio.
Este año el peregrinaje se registra en medio de crecientes preocupaciones en todo el mundo islámico por el constante derramamiento de sangre en Irak y en Afganistán y por recientes atentados por parte de grupos vinculados a Al Qaeda. Eso incluye el aten
tado de la semana pasada en Argelia en que murieron al menos 37 personas. También han aumentado las tensiones entre las dos principales sectas del islam, los sunnitas y los chiítas.
El ministro del Interior Saudita, el príncipe Nayef bin Abdul-Aziz, dijo que las autoridades son capaces de mantener la seguridad. "No permitiremos que los problemas en otros países se reflejen aquí durante la temporada de hajj", dijo en una conferencia de prensa el sábado en la noche.
El general Saleh Mohamed al-Shihri, comandante del control central para la seguridad del hajj, dijo que 1.150 cámaras fueron colocadas en diferentes áreas para vigilar la zona.
Varios helicópteros, a los que se han colocado esas cámaras, también sobrevolarán los sitios sagrados. Más de 1,6 millones de peregrinos llegaron a La Meca hasta el viernes, según las últimas cifras de las autoridades sauditas.
(AP)
