Si se esperaba sobre la nueva gestión de Cristina Kirchner una mayor apertura al mundo, con un cambio en las relaciones internacionales para atraer inversiones al país -uno de los grandes déficits que le dejó su marido-, el caso Antonini Wilson dio por tierra con esa estrategia.

La denuncia de la justicia de los Estados Unidos sobre el ingreso de fondos ilegales para su campaña presidencial, obliga ahora al gobierno a reforzar su lazos con el polémico Hugo Chávez.

Por eso la presidente salió a ratificar ayer los "lazos de amistad"con el gobierno de Venezuela y advirtió que no se dejará "presionar" por "operaciones basura", como calificó a las denuncias que desde Estados Unidos atribuyeron al financiamiento de su campaña electoral con 800 dólares secuestrados al venezolano Antonini Wilson.

Acusó además a los norteamericanos de buscar "países empleados" en la región.

"Esta presidenta puede ser mujer, pero no se va a dejar presionar; en esta forma de operar, no van a tener resultados", advirtió la presidenta, en evidente alusión a la denuncia aunque sin referirse explícitamente a los Estados Unidos.

La reacción del Gobierno se produjo luego de que la Justicia norteamericana detuviese en Miami a tres venezolanos y a un uruguayo por el caso de esa valija que el 4 de agosto Wilson había intentado ingresar a la Argentina, y la fiscalía del estado vinculara el dinero secuestrado con el financiamiento de la campaña de Cristina Fernández (más detalles en pág. 4).

Estados Unidos salió a contestar tras los dichos de Cristina: "no hay componente político" en el caso Antonini Wilson. Lo dijo el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack. "Este no es un tema de relaciones entre EE. UU. y Argentina. Esta es una cuestión de aplicación de las leyes estadounidenses", destacó el funcionario.

Desde la oposición política, Elisa Carrió, afirmó anoche que "la tesis de la conspiración" esgrimida por el gobierno nacional "es ridícula". "Ellos tienen negocios sucios y esto era obvio el día que secuestraron los 800 mil dólares porque en el avión venía Claudio Uberti, recaudador de la campaña de Néstor y Cristina Kirchner y a quien yo denuncie", afirmó.

Cristina Fernández, al encabezar un acto de lanzamiento de un programa de erradicación de basurales, aprovechó para cuestionar "otros basurales, los de la política internacional, que más que indicar crecimiento y desarrollo, indican tragicómicamente la involución en el desarrollo de las relaciones internacionales".

La Presidenta redobló la apuesta y desafió: "Voy a seguir afirmando los lazos de amistad con la República Bolivariana de Venezuela", pese al rechazo que genera Chávez a la administración de George Bush. "Voy a seguir trabajando por el Banco del Sur, voy a seguir afirmando que el gobierno de Colombia y las FARC deben celebrar un acuerdo, que permita una ayuda humanitaria para los rehenes, y voy a seguir afirmando la necesidad de un mundo multilateral", enfatizó.

(DyN, AFP y R. Central)