Viernes 14 de Diciembre de 2007 Edicion impresa pag. 40 y 41 > Policiales y Judiciales
Veinte años de prisión para Jorajuria por matara su amigo y socio
El fallo dictado ayer destaca las numerosas pruebas reunidas y la torpeza del imputado. Absolvieron al acusado de encubrimiento y justificaron que no habló antes por temor. |Ver fallo completo|

NEUQUÉN (AN)- Veinte años de amistad unían a Jorge Jorajuria con Julio Venegas. Y a veinte años de prisión lo condenaron ayer, por destrozar a tiros esa relación y terminar con la vida del comerciante neuquino. En cambio a Andrés Bo, el hombre que ayudó a encontrar el cadáver y que estaba acusado de encubrimiento, lo absolvieron.

Fiel a sí mismo, Jorajuria (42 años) siguió empecinado hasta el final en acusar a Bo (37) por el crimen. Al término de la lectura de la sentencia, cuando los familiares de Venegas hicieron catarsis y lo cubrieron de insultos, él les replicó en tono de reproche: "te abrazaste con el que mató a tu hermano".

La alusión fue a que la semana pasada algunos de los hermanos de Venegas se abrazaron llorando con Andrés Bo. "Yo lo hice porque valoro que gracias a él encontramos a mi hermano. No como queríamos, pero por lo menos sabemos dónde está", explicó ayer Marcelo Muñoz, uno de los que se abrazó con Bo.

Ayer Andrés Bo no asistió a la Cámara donde se leyó el fallo. Se debe haber quedado en El Bolsón, donde reside, y sus abogados Ricardo y Laura Cancela le habrán transmitido de inmediato la noticia de la absolución.

Marcelo Muñoz admitió que cuando recién se esclareció el crimen "quería que se pudran en la cárcel los dos" pero luego "gracias al loco éste (por Bo) lo pudimos encontrar (a Venegas)".

Y enseguida reflexionó: "ojalá la gente hable antes, cuando pasan las cosas. De todos modos, si éste no hablaba, (al cuerpo) no lo encontrábamos más". Y entonces justificó el abrazo: "lo valoro porque gracias a él encontramos a mi hermano". También agradeció a "toda la gente que se nos acercó a apoyarnos, que nos ayudó de una u otra manera".

La viuda de Venegas, Mariela Pecoraro, no quiso hacer declaraciones. Se limitó a decirle a un periodista que le parecían pocos los 20 años de condena para Jorajuria.

En tanto Guillermo Álvarez, abogado de la familia de la víctima, dijo que sentía sensaciones encontradas: "desde lo profesional se cumplió el trabajo, pero Julio no está". Opinó que la sentencia "es justa, se valoró razonablemente la prueba" aunque "respecto de la situación de Andrés Bo yo mantengo algunas dudas".

Julio Venegas (40) era un hombre particular, según se pudo apreciar a través del testimonio de quienes lo conocieron y declararon en el juicio oral. Tenía un taller de reparación de electrodomésticos en la calle Leguizamón pero no dejaba pasar la oportunidad de emprender otros negocios. Era tan reservado en sus actividades como generoso con sus medios hermanos, a los que ayudaba cada vez que podía. Amaba a sus hijas, y lo mataron en vísperas del cumpleaños de la más chica.

El fallo, de 34 carillas (se puede encontrar la versión completa en la página web de este diario), fue dictado ayer por la Cámara Segunda, con el primer voto de José Andrada, al que adhieren Emilio

Castro (con fundamentos propios) y Héctor Dedominichi. Estos dos últimos magistrados fueron los que consideraron que correspondía condenar a Jorajuria a 20 años de prisión, mientras que Andrada propuso 18.

La sentencia utiliza cuatro veces la palabra "torpeza" para calificar la conducta de Jorajuria. Dos ejemplos: "las pruebas son abundantes y sólidas, ninguna mella le hacen ni las burdas excusas ensayadas, ni la torpeza con la que se condujo durante y después del hecho, ni las sospechas y diatribas lanzadas contra medio mundo durante el debate" (Andrada). "La torpeza demostrada es indicadora de que no se estaría ante una afinada mentalidad criminal" (Castro).

Dos preguntas quedan sin respuesta: el móvil (presuntamente, una deuda de dinero de Jorajuria con Venegas) y el lugar del crimen (habría sido no más allá de Plottier).

Julio Venegas fue visto por última vez el 6 de octubre del año pasado. Su cadáver con cuatro disparos fue hallado el 14 de noviembre siguiente en el camino entre Bariloche y El Bolsón, gracias a las indicaciones que dio Andrés Bo.

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