Los ingleses apostaron por el exitoso Fabio Capello, al menos a nivel de clubes en Europa, para que se haga cargo de la selección de su país. La junta directiva de la Federación Inglesa de Fútbol (FA) aprobó al italiano como nuevo técnico, aunque el contrato aún no está firmado.

En principio, el acuerdo es por cuatro años por un valor de cuatro millones de libras (8,15 millones de dólares/5,5 millones de euros) anuales, con una cláusula de posibilidad de retiro después del próximo Mundial de 2010.

Se estima que las negociaciones continuarán hoy y es poco probable que el contrato sea revelado antes de la próxima semana, pero el portavoz Adrián Bevington insistió en que "no hay problemas".

Había preocupaciones sobre el deseo de Capello para un equipo asistente completamente italiano, pero fueron superadas la tarde de hoy.

Capello, de 61 años, que no tiene experiencia como técnico de una selección nacional, reemplazará a Steve McClaren, quien fue despedido el mes pasado, luego de que en la fase clasificatoria Inglaterra quedara fuera de la Eurocopa 2008.

Capello se hizo conocido como arquero de Italia en su primera victoria sobre Inglaterra en el estadio Wembley en 1973. El italiano es el segundo no inglés en el puesto, tras el predecesor de McClaren, el sueco Sven-Goran Eriksson.

Con esta vinculación, la FA contrató a un DT acostumbrado al éxito y duro "domador de leones". Capello es uno de los técnicos de equipos locales más exitosos de Europa, ya que en 16 años ganó nueve títulos nacionales -con Milan, Juventus, Roma y Real Madrid- y en 1994 llevó al Milan a obtener la Liga de Campeones.

Capello, muchas veces colérico al borde de la cancha, también es conocido por dejar en la banca a estrellas mundiales. Ídolos ingleses como el ex capitán David Beckham y Michael Owen lo experimentaron en carne propia en el Real Madrid.

Como un "lindo desafío" calificó Capello a su nuevo cargo y realizó un diagnóstico para el fracaso de la "dorada" generación inglesa de Beckham y compañía. "Está claro que la camiseta le pesa demasiado a estos grandes campeones. Hay un bloqueo mental. ¿De qué otra forma explicar su fracaso en la clasificación?", dijo.