"Si se lo deja libre, puede ser muy peligroso". La sentencia pertenece al uruguayo Álvaro González, quien se perfila para reemplazar al expulsado Fabián Vargas y es en referencia al brasileño Kaká, una de las figuras del Milan en el triunfo de los italianos ante el Urawa japonés.

Boca entrenó ayer en el gimnasio y en la pileta del hotel donde se alojaba en Tokio y, después del almuerzo, una delegación compuesta por la mayoría de los jugadores, el DT Miguel Russo y el presidente Pedro Pompilio, viajó a Yokohama, para "espiar" al rival del domingo en la final del Mundial de Clubes.

En en análisis, González agregó que "el Milan tiene varios jugadores que pueden marcar diferencias. Si tengo que elegir a los que mejor jugaron, me quedo con Kaká y Pirlo".

Sobre el brasileño amplió: "si juega suelto, es muy peligroso", por lo que destacó la necesidad de "presionarlo y hacerlo jugar incómodo para que todo sea más fácil" en el decisivo choque del domingo."Kaká puede jugar por cualquier sector de la cancha y habrá que estarle encima para que no haga diferencias", insistió.

A su vez, González se mostró muy confiado en las posibilidades de Boca al afirmar que "está claro que se les puede ganar y salir campeón".

En lo personal, se mostró "muy contento" ante la chance de jugar en lugar del colombiano Vargas, porque "sabía que el hecho de llegar al "xeneize" iba a propiciar la posibilidad de jugar cosas importantes".

Boca dejó el Hotel Four Seasons Tokio en el que se había hospedado desde su llegada a Japón, y recorrió los 30 kilómetros que separan esa ciudad de Yokohama, para mudarse al Sheraton Bay, el mismo que utilizó en 2003, cuando de la mano de Carlos Bianchi le ganaron al Milan, en definición por penales.

El plantel se entrenó en el estadio de Yokohama a puertas abiertas -anoche para nosotros-. Finalizada la práctica, por reglamento, Russo y un jugador dieron una conferencia de prensa.