PEDRO CARAM
Los comicios del domingo en San Antonio muestran un tablero amplio e inédito en esta ciudad, tanto en lo relativo a la participación de candidatos -que extrañamente llega a seis postulantes para la intendencia y siete listas de concejales y revisores de cuentas- como a la conformación de las nóminas que incluyen a dirigentes de distintos partidos políticos compartiendo ahora los mismos espacios.
El Frente para la Victoria se rompió en mil pedazos después del triunfo del 20 de mayo en esta localidad. El Todos por Todos, partido vecinalista que tiene en Julio Arriaga su máximo referente provincial, se cortó solo y postuló a Claudio Palomequez a la intendencia.
Los municipalizadores de Las Grutas, que participaron de aquel frente, volvieron con Osvaldo Nemirovsci y se unieron al peronista disidente Ernesto Perrone.
Wálter Hermida y Jorge López, que también apoyaron la fórmula Pichetto - Arriaga en mayo pasado, buscaron su camino en las filas del Partido Unión y Libertad, con el respaldo del Movimiento Evita y otros sectores del justicialismo.
Javier Iud se quedó con el grueso del PJ y mantuvo lazos con dirigentes de otros partidos que conformaron el movimiento "Juntos", que demostró fuerte poderío económico para la campaña y elaboró proyectos basados en la gestión de financiamiento a nivel nacional.
Ante este panorama, con un FpV disperso, el triunfo de la Concertación Cívica que impulsa a Alfredo Lassalle parecía garantizado hace algunos meses. Pero la intervención de la UCR, la poca participación de dirigentes barriales históricos y un final de gestión de Casadei pobre y polémico, generó un marcado retroceso en las chances del oficialismo.
La palabra final la tendrán las urnas. Las nuevas, electrónicas, y las antiguas de cartón, que después de las 18 empezarán a revelar quién aprovechó mejor el escenario político de la segunda mitad del año en la localidad.