Decenas de organizaciones piqueteras realizaron ayer la primera marcha a Plaza de Mayo contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y generaron un caos en el tránsito del centro porteño.
La movilización recorrió parte de la 9 de Julio y concluyó frente a la Casa Rosada, donde los principales referentes ingresaron para dejar en mesa de entradas un petitorio por "trabajo genuino, viviendas populares y el pago de un aguinaldo social". "Este extraordinario despliegue es una clara demostración de la convocatoria del movimiento piquetero, que sigue siendo hoy la voz de los más sumergidos", dijo Néstor Pitrola, del Polo Obrero.
Sin embargo, fuentes policiales dijeron que la protesta "estuvo acotada a un grupo de personas", sin precisar el número, aunque reconocieron que la concentración en Plaza Constitución y el desplazamiento con pancartas por calles céntricas generó numerosos inconvenientes en el tránsito vehicular.
Pitrola insistió en destacar que "nosotros no necesitamos cambiar de vereda porque siempre estuvimos del lado de los desocupados y desprotegidos", al criticar recientes declaraciones del camionero Hugo Moyano, secretario general de la CGT.
"Moyano debería explicarle a los trabajadores en qué vereda está, porque nosotros percibimos muy malas señales desde el gobierno,
que pretende un pacto social para congelar salarios y jubilaciones", advirtió el referente piquetero.
En tanto, Oscar Kuperman, de la agrupación CUBA, aseguró que "no confía" en la administración de Cristina Fernández, a la que calificó como "el gobierno de los monopolios", pero negó que la movilización haya sido en contra de la primera mandataria.
