El poderoso Milan basa su juego fundamentalmente en el virtuosismo de brasileño Kaká, su máxima estrella, y del holandés Clarence Seedorf, un estratega excepcional.
El 11 de Ancelotti se basa en sus notables individualidades, que disimulan la pobreza de su andar colectivo. La solidez que exhibe en el arco el brasileño Dida despeja las dudas sobre la endeblez defensiva que suele tener en el sector derecho e izquierdo, ya que sus laterales Oddo y Marek Jankulovski no suelen ofrecen seguridad.
Sin embargo, la dupla central compuesta por Alessandro Nesta y Kaladze tienen solidez en el juego aéreo, pero si se los encara con decisión, dudan y son torpes. Sus mayores virtudes residen en el medio, donde brilla Kaká, muy bien complementado por Seedorf, aunque en rigor de verdad, la precisión en los remates de tiro libre de Gattusso o Andrea Pirlo pueden generar muchísimo peligro en el arco de Boca.
En el ataque, el equipo de Carlo Ancelotti no parece demasiado eficaz, ya que suele dejar como única alternativa a Máximo Ambrosini
¿Cómo debe jugarle Boca? No bastará sólo con la actitud, sino que se deberá agregar el plus del buen juego y, fundamentalmente, la defensa no deberá tener distracciones, porque un solo error servirá para que los veloces jugadores italianos lleguen con facilidad al arco xeneize.