El gobierno de Saiz ha elegido para preparar su re-asunción el eslogan "Nace un nuevo gobierno", con una ingenuidad llamativa o con cierto desdén por la inteligencia de los rionegrinos.

Más allá de cierta fe en la propaganda política como "constructora de realidades", la frase refleja la tendencia a la "tercerización" de la imagen política que es propia de la gestión actual en la provincia. Una publicidad ligada a lo que la gente quiere escuchar -deseo recogido con técnicas de mercado- y desvinculada de la realidad política, que habla de continuidad en casi todos los planos.

Es que Saiz gobernará por otros cuatro años, con el mismo equipo de gobierno -salvo aquellos cargos que debió forzosamente reemplazar porque sus titulares accedieron a una banca legislativa- y sin ningún esbozo de cambio en políticas ni métodos. No ha generado hasta el momento espacios para el debate y la toma compartida de decisiones hacia adentro de su gobierno. Y no hay evidencias de que el que se inicia sea en esto diferente del anterior.

" Una de las escasas variaciones que se advierten es alguna reubicación de funcionarios ya integrantes del "plantel" político, que parece más orientada a no dejar a nadie afuera que a buscar un mejoramiento de la gestión de un área.

Es el caso de Daniel Agostino, que conducirá la Secretaría de Planificación a pesar de su formación de psicólogo, carrera que cursó en parte mientras era legislador provincial. Algo similar sucede con el anuncio de que el abogado Alejandro Betelú ocupará un cargo de responsabilidad en Energía.

En lo que respecta a la designación de José Luis Rodríguez como ministro de Gobierno, lo que sorprende no es su falta de capacitación para el cargo sino que el gobernador confíe el área política a un dirigente que formó una línea interna crítica a su gestión. Además, claro, de que el perfil de Rodríguez está decididamente orientado a la economía y la producción.

" Otra de las variaciones es que Saiz contará con bastante menos dinero que el que tuvo a su disposición en gran parte de estos últimos cuatro años.

El último trimestre ha sido agónico para las cuentas públicas, y así lo reflejan no sólo el corte de servicios de la Federación Médica al Ipross sino también el paro que vació las clínicas de la provincia como consecuencia de que el Estado debe prestaciones de la obra social estatal y derivaciones de los hospitales públicos. Otro elemento sensible fue que las becas terciarias y universitarias asignadas por la provincia fueron pagadas ya comenzado diciembre. Si los estudiantes que las solicitaron las necesitaban realmente, es posible suponer que habrán pasado penurias o abandonado el cursado. Contratos, alquileres, todo espera cumplimiento.

En fin, la reforma del Ipross fue la última contienda política del año en el ámbito parlamentario. Y su tono deslucido estuvo muy por debajo de lo que el tema requería.

Apurado por la intención del radicalismo de aprovechar la cómoda mayoría que tenía hasta hoy y superficial como consecuencia de la falta de información precisa sobre el organismo, del debate no surgió claridad sobre el futuro de la obra social.

En los días previos, y pese al demoledor informe oficial conocido recientemente, nada hizo el gobierno para dar a entender que, con un sentido autocrítico y constructivo, pondrá fin a la confusión, el desorden administrativo y la falta de informatización y de personal calificado para emplearla, que derivó en que no se conocieran el flujo de fondos de la obra social, su pasivo y la base de afiliados y aportes del sistema.

Durante la escasa semana en que se debatió el proyecto de incrementar el aporte personal y el patronal, los funcionarios ubicaron el déficit primero en 4 millones mensuales y luego -como si lo mismo fuera- en algo más de 2 millones de pesos; el gobernador dijo un día que este año el Tesoro provincial aportaría 30 millones al Ipross y 48 horas después, que serían 24 millones. La deuda podría ser de 10, de 20 y hasta de 40 millones de pesos, según se atienda a lo dicho por José Luis Collinao, legisladores radicales o Belich, de Sitrajur.

En definitiva, por más aumento de aportes, no extrañaría que la falta de dinero volviera a jaquear pronto al Ipross, porque no está entre los méritos de una ley fabricar billetes.

En cuanto a la oposición, se comportó en relación con el Ipross más o menos como en el resto del período. Sorprendida por la emergencia, no logró generar una estrategia unificada y clara para superar el eco de las palabras en el recinto.

Todavía hay expectativas de que una Legislatura sin mayoría oficialista pueda obligar al radicalismo rionegrino a mejorar la calidad de su gestión. Aunque la fragmentación que se evidencia desde el primer día en que asumen los nuevos legisladores deja poco espacio al optimismo.

El radicalismo no disimuló que su prioridad era dividir el bloque del Frente para la Victoria, que obtuvo la mayoría en las pasadas elecciones provinciales. Y contó para lograrlo con la vocación a la diáspora que ya han evidenciado las bancadas frentistas: en principio, los tres partidos que la integran pidieron tener bloque aparte "desde lo administrativo". Y ayer, el barilochense Daniel Cortez confirmó los peores temores: pidió constituirse en un bloque unipersonal. El anuncio remitió a la conformación de las listas y a la insistencia de Miguel Pichetto para que se incorporara el sector sindical. El procesamiento de Walter Cortez en la causa Arbos derivó en que el lugar fuera ocupado por su hermano, quien antes de sentarse en la banca ya dejó claro que cada tema implicará una negociación difícil.

Aunque, en materia de conflictos internos, el radicalismo no las tendrá mejores. El gobernador y su vice tienen una relación compleja. Bautista Mendioroz busca llenar espacios ocupándose de numerosos temas de gobierno. Y al gobernador le genera un profundo fastidio su insistencia. Si así ha sido hasta el presente, con Mendioroz en una banca, ¡qué no será ahora en la presidencia de la Legislatura! Además, Mendioroz no se habla con Lazzeri, quien ocupará una banca a su lado. Y Mario De Rege no quiere ni oír hablar del ex ministro de Gobierno.

De algún modo, desde hoy Saiz comienza a descontar los días, y unos cuantos dirigentes buscan posicionarse en la carrera para sucederlo en la gobernación en el 2011.

ALICIA MILLER

amiller@rionegro.com.ar