Martes 11 de Diciembre de 2007 Edicion impresa pag. 02 y 03 > Nacionales
ANALISIS: Marcó territorio

A minutos de haber asumido y frente a la Asamblea Legislativa, la flamante presidenta de todos los argentinos, Cristina Fernández de Kirchner pasó muchos mensajes, la mayor parte destinados por elevación a todos a quienes les quepa el sayo y otros explícitos, como el que hizo centro en Tabaré Vázquez.

La técnica del palo y de la zanahoria que usó frente al uruguayo no se salió para nada del libreto general de un discurso abrumadoramente político, con constantes referencias al futuro.

Pese a que no es de buen anfitrión invitar a la casa propia a alguien para tenderle una celada y, en todo caso, corriendo el riesgo de que así se lo interprete y de aumentar la tensión, el caso Uruguay fue parte del mismo esquema que utilizó la Presidenta durante toda su primera disertación, al decir "aquí estoy yo". Este conflicto diplomático, seguramente el peor manejado de la historia, ya que la Argentina dejó voluntariamente sus relaciones exteriores en manos de un grupo de presión, puso a la Presidenta en la necesidad de golpear la mesa fuerte, para marcar territorio y para decir, quizás, que ahora será diferente.

Lo mismo hizo de modo preponderante en cuestiones de política interna, desde el momento en que dijo "vengo a tomar posesión del cargo", frase que despachó con el primer aliento, algo que sonó más a una necesidad personal de revalidar pergaminos que al reconocimiento natural de que el poder la ha sido delegado por la voluntad popular.

En su salsa, la Presidenta marcó todas las coincidencias con "el presidente que tengo a mi izquierda", pero a la vez se adueñó del futuro y de aquello que se ha pensado como líneas de acción, aunque buena parte de ellas hayan sido definidas en el discurso como profundización de lo realizado. En materia de novedades hacia adelante, se puede interpretar que Cristina usó para todos los casos la misma técnica: "así ha sido hasta ahora, pero en este punto yo tengo mis ideas propias en cuanto a la ejecución y ahora es una buena oportunidad para alinear las fichas, pero sin patear el tablero", podría resumirse. (DyN, Hugo Grimaldi)

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