A mediados de 1996 el gobernador Felipe Sapag dio a conocer el resultado de la Auditoria General de la Nación (AGN), organismo contratado por la provincia que terminó denunciando, luego de seis largos meses de trabajo, la herencia fiscal recibida de manos de Jorge Sobisch.

El estado financiero de las cuentas al 10 de diciembre de 1995, nada tenía que ver con los números dados a conocer, un semestre después, por la auditoria.

Mientras Sobisch decía, hacia fines del '95, que entregaba la provincia con fondos de libre disponibilidad para pagar sueldos, aguinaldos y la deuda flotantes de los próximos tres meses, la AGN aseguraba que Felipe Sapag, al día siguiente de recibir la provincia, no contaba con esos fondos y las cuentas fiscales estaban "descalzadas" en 120 millones de pesos. El posterior informe realizado por la Consultora FIEL, liderada por el economista Ricardo López Murphy, no ayudó a mejorar la imagen de Sobisch en relación al manejo de las cuentas durante su gobierno.

Nadie espera hoy que Jorge Sapag tome el ejemplo de su tío y "crucifique" a Jorge Sobisch antes de fin de año, momento en que se revelarán los datos del estado real de las cuentas fiscales de la provincia. Pero tampoco cabe esperar que la nueva administración tome los informes entregados por Claudio Silvestrini sin hacer una crítica sobre el manejo de los mismos.

(Redacción Central)