NEUQUÉN (AN).- Martín Farizano asumió la jefatura de la ciudad aplaudido por todos los concejales y el público que colmó el recinto y que momentos antes habían tomado parte de contrapuntos y discusiones descarnadas por la elección de las autoridades legislativas.
El debate para la distribución de cargos directivos en el Concejo Deliberante, un trámite que habitualmente dura minutos, se prolongó durante algo más de dos horas y dejó en evidencia pujas internas dentro de la coalisión.
Esta fisura fue explotada a fondo por la representación empenista poniendo en duda el futuro de la nueva administración municipal.
Por encima de los encontronazos políticos, Farizano convocó a unos y a otros a trabajar conjuntamente, a concertar políticas de Estado que redunden en generación de empleo, inclusión social , educación, salud, vivienda, agua en cantidad suficiente y necesaria para los vecinos.
El nuevo intendente incluyó en esta prédica a los gobiernos nacional y provincial, y para que a nadie le quede duda aseguró a viva voz que "este intendente y este gobierno trabajará con el gobernador" en la meta de estos objetivos (ver aparte).
Gesto del MPN
En un gesto público, el MPN le dio a Farizano los dos votos que le hacían falta para que la presidencia y la vice primera fuese ocupada por un concejal de su mismo signo político (Frente Cívico para la Victoria). Pero este gesto no fue gratis: marcó la cancha de lo que será el trabajo legislativo en adelante.
Este gesto vino de la mano de Julio Ocampo y Ramón Muñoz, dos concejales con experiencia de gestión, en función de preservar la gobernabilidad del Ejecutivo Municipal. Antes fundamentaron extensamente sus posiciones poniendo a salvo los más de 40.000 votos que sacó el MPN en las elecciones del 28 de octubre.
"Habría que sincerar si los partidos políticos se juntaron solamente para ganar al MPN o realmente para construir", deslizó irónico Ocampo.
Los ingresantes Mario Pilatti y Marcelo Marchetti se abstuvieron en ambas votaciones, mientras el resto del bloque votó negativamente -con discursos de alto voltaje- que la presidencia fuese ocupada por un radical.
En la vicepresidencia segunda la nota la pusieron los representantes de Unión de los Neuquinos (UNE) con discursos explosivos reclamando para si este cargo, por el hecho de ser la fuerza que salió segunda en las elecciones y más votos le aportó a Farizano.
Después de escarseos, fuertes críticas y momentos de alta tensión, Néstor Burgos y Olga Fernández se adjudicaron los preciados puestos, si bien por mayoría.
A la postre la vicepresidencia segunda, que recayó sobre Luis Jalil, fue la única elección que concentró la voluntad del conjunto del cuerpo político. Unos y otros reconocieron la trayectoria del viejo caudillo del MPN.
Carta Orgánica
Este acto de recambio de concejales planteó la "necesidad" de reformar la Carta Orgánica Municipal, que no prevé la coalisión como estructura política y mucho menos cómo debe integrarse la línea sucesoria.
En el debate inicial, la jefa del MPN Gloria Sifuentes aportó polémica: remarcó que si Horacio Quiroga hizo un buen gobierno fue por el apoyo "constructivo" de su partido, que apoyó las ordenanzas necesarias. Y sostuvo que ese sentido tuvo el aval que su bloque dio a los dos