En contra de algunos vaticinios, el ex intendente Alberto Icare prefirió resignar su cargo por escrito y no se presentó ante la prensa ni la comunidad. Sólo envió una nota que fue leída en el acto por uno de sus hijos en el que reconoció que la salud le impide "seguir afrontando compromisos" de gobierno.
"Hoy es el día en el que debo presentar mi renuncia a la tarea que la gente me encomendó para los próximos cuatro años", señaló Icare en el mensaje. Reivindicó allí las obras realizadas durante sus gobiernos anteriores y el "saneamiento" económico del municipio.
"La vida me juega una mala pasada", aceptó el ex intendente. Hace un mes había dado una conferencia de prensa en la que exhibió una marcada debilidad. Pero unos días después sus colaboradores políticos anunciaron que había decidido "dar un paso al costado". En ese tiempo fueron abundantes los llamados a las radios sugiriéndole que renuncie.
"Los vecinos pensaron en mí como un ser humano y no como su intendente. Por eso hicieron público su deseo de que me preocupe por mí, por mi salud y no por la ciudad", sostuvo Icare.
La carta difundida ayer lleva sello de Mesa de Entradas del Concejo Municipal, pero la firma de Icare no está certificada. Algunos ediles de la oposición consideraron que el trámite institucional en esos términos era "incierto y desprolijo". Anoche, sobre el cierre de esta edición, el Concejo Municipal resolvió aceptar la renuncia y notificar hoy mismo a Icare en acto refrendado por escribano público. (AB)