SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB)- Los jueces de la Cámara Segunda del Crimen le impusieron cinco meses de prisión efectiva a un joven que pese a la presencia de sus propietarios los amenazó e insistió en llevarse el estéreo de un auto. El imputado, que ya había sido condenado por otro hecho y gozaba de salidas transitorias cuando cometió el nuevo delito, en función de sus antecedentes deberá completar cuatro años de prisión, dado que así le fue unificada la pena.
El fiscal Enrique Sánchez Gavier pidió que le impongan un año y medio de prisión de cumplimiento efectivo a Javier Alejandro Villarroel por el robo de un equipo de sonido de una camioneta 4x4, hecho que quedó en el grado de tentativa, porque al acusado lo detuvo la policía instantes después.
La pena solicitada, muy superior a la que le impusieron, se basó en que ya había sido condenado en dos oportunidades y en que el fiscal entendió que había usado una ganzúa, circunstancia que agrava la figura. Además, gozaba de salidas transitorias cuando trató de cometer el nuevo robo, y por eso debió aguardar el juicio en prisión, desde hace más de un año.
Los jueces, sin embargo, consideraron que se trató de un robo simple, porque el imputado ejerció violencia sobre la puerta del vehículo, y tomaron como atenuante el bajo nivel social, económico y cultural del encausado.
El procesado fue sorprendido por los propietarios del vehículo cuando ya se había apoderado del estéreo y estaba desmantelando los parlantes, pero lejos de acobardarse escapó llevándose parte de los elementos, y amenazó a los damnificado "con algo que tenía debajo de la campera".
El hecho que le adjudican a Villarroel, de 27 años, ocurrió a las 17.30 del 10 de octubre de 2006 en la calle Palacios entre Doce de Octubre y Vicealmirante O'Connor, en pleno centro de la ciudad.
De acuerdo con la acusación, Villarroel utilizó una ganzúa o algo filoso para violentar la puerta derecha de la camioneta Nissan Pathfinder y ejerció violencia sobre el equipo de música del vehículo para desarmarlo, y luego pasó al asiento trasero para retirar los parlantes. En esos momentos se presentó el propietario del vehículo, pero después de realizar una velada amenaza a la pareja el ladrón guardó el estéreo en una bolsa y escapó, hasta que los ocupantes de un patrullero lo detuvieron.
En abril de 2006, seis meses antes de que lo acusaran por el robo del estéreo a Villarroel le adjudicaron haber conducido el auto que trasladó y ayudó a escapar a los ladrones de una rotisería, y lo condenaron como partícipe secundario a tres años y siete meses de prisión.