Jueves 06 de Diciembre de 2007 Edicion impresa pag. 35 > Sociedad
Prisión efectiva para uno de los policías
Lo condenaron por la paliza que recibió el joven ceramista en la Comisaría 3ª en el 2004. "Cuando un policía tortura o asesina tiene que ir preso", afirmó la abogada de Alveal.

NEUQUÉN (AN).- Un minuto después de conocerse la sentencia, Pedro "Pepe" Alveal se largó a llorar y saltó de la silla en la que escuchó la resolución para abrazarse con un compañero de Fasinpat, después con su padre, su novia, su hermano y sus abogados. Todos lloraron y salieron del juzgado festejando con gritos hacia la calle donde esperaba más gente con cánticos y el ruido de bombos y redoblantes.

Fue ayer luego de que la jueza María Gagliano condenara a tres años de prisión efectiva al policía Daniel Rechini, a quien consideró culpable del delito de "vejaciones agravadas por el uso de violencia" contra Alveal el pasado 19 de setiembre de 2004, cuando fue detenido en la calle y trasladado a la comisaría Tercera del barrio El Progreso.

La pena fue unificada con una condena anterior que tenía el policía por un delito similar, y por ser de carácter efectivo, deberá ir a la cárcel en caso de que quede firme. Además lo inhabilitó por un plazo de seis años para desempeñarse en la fuerza. La jueza consideró como agravante la condición de policía del acusado y la anterior sanción.

El otro policía imputado, Javier Muñoz, fue absuelto (ver aparte).

Las pruebas son "precisas y concluyentes" con respecto a Rechini, afirmó la jueza (ver aparte).

La resolución fue festejada por los ceramistas de Fasinpat, donde Alveal trabaja, y militantes de diversos orga

nismos sociales y políticos que se concentraron en la puerta del juzgado.

"Para nosotros la condena es un enorme logro en la pelea que dimos durante estos años; estamos contentos y hay un mensaje muy importante", afirmó Ivana Dal Bianco, una de las abogadas querellantes. "Este juicio no tenía que ver sólo con Pepe, sino también con Teresa Rodríguez y Carlos Fuentealba. Es muy importante que quede como antecedente que cuando un policía asesina o tortura, tiene que ir preso", agregó.

Tras la sentencia, Alveal mantuvo un breve contacto con la prensa: "Estoy emocionado. Ahora tengo expectativas para la otra causa", declaró.

El hecho que se juzgó ocurrió casi un año después de que el joven recibiera 64 impactos de balas de goma durante un represión policial en el barrio San Lorenzo, en la que perdió un ojo. Ese caso tuvo una amplia difusión y hay cuatro efectivos procesados que aún no fueron juzgados. Sin embargo los policías acusados y los que declararon como testigos durante este juicio, afirmaron que desconocía quién era Alveal cuando lo detuvieron.

La jueza planteó "dudas" respecto a ese punto "sobre todo luego de que (Alveal) brindara sus datos personales" a los efectivos de la comisaría Tercera y de la Dieciséis, esta última donde estuvo detenido unos minutos antes de que lo trasladaran.

Además pidió que se investigue si tres policías que declararon en el juicio cometieron falso testimonio.

Todos son subordinados de Rechini y según la magistrada, "con el franco propósito de favorecerlo persistieron en contradicciones palmarias, incurridas seguramente con el fin de colocar en una situación segura a su compañero".

La resolución estuvo en parte en sintonía con el alegato de los abogados de la querella.

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