Siete investigadores de la Universidad Nacional de Río Cuarto sufrieron ayer graves heridas, tres de los cuales se encuentran en estado crítico, a raíz de una serie de explosiones ocurridas en una planta piloto de la facultad de Ingeniería de esa casa de estudios del sur cordobés. De todos modos, los afectados son en total 24 personas, entre alumnos y docentes, la mayoría con cuadros leves de quemaduras o asfixia. Los siete heridos más complicados fueron trasladados al Instituto del Quemado de la ciudad de Córdoba en aviones sanitarios, y según el director del hospital "todos los pacientes están sumamente graves". "Al menos tienen quemado el 45 por ciento de la superficie corporal", dijo a radios locales. El ministro de Salud de Córdoba, Oscar González, informó que tres de los heridos presentan cuadros "de extrema gravedad", dado que tienen quemaduras prácticamente en el cien por ciento de sus cuerpos.

Las explosiones se produjeron al parecer en forma accidental en un laboratorio donde los investigadores, en su mayoría ingenieros químicos, experimentan con preparados para elaborar biodiésel. Uno de los testigos que se encontraba en el laboratorio dijo a la prensa que en el laboratorio había entre 12 y 15 "tachos de hexano desde hace 20 días". "Uno de los tambores de 200 litros se rompe cuando lo levantan con una grúa y se cae. Se derrama y, como es altamente volátil e inflamable, comienza la explosión en cadena", dijo.

La planta piloto se encuentra junto a una guardería para hijos de docentes y de alumnos, que fue rápidamente evacuada. Los heridos fueron llevados de urgencia al Nuevo Hospital de Río Cuarto y clínicas locales, tras lo cual las autoridades médicas dispusieron el traslado de los casos más graves a la capital cordobesa. Otras personas que presentaban cuadros leves de quemaduras o principios de asfixia a causa del humo fueron atendidos en la Dirección de Salud de la Universidad de Río Cuarto. El rector Oscar Spada pidió "tranquilidad" al alumnado y aseguró que se cortó la luz y el gas en la universidad a modo de prevención para facilitar la tarea de los bomberos. Asimismo, informó que de inmediato dispuso el asueto para la universidad.

Las explosiones causaron temor entre los estudiantes y docentes, muchos de los cuales "escapaban por las ventanas", contó un testigo. Aparentemente, se produjeron entre 9 y 12 detonaciones tras la caída accidental del tambor con hexano, dijeron testigos. En el caso intervino la Justicia Federal que ordenó el inicio de una investigación. Dean Fernández, investigador en microbiología, dijo que "por suerte estaba la puerta grande abierta y muchos salieron por ahí".

En tanto, las autoridades de la Facultad dijeron que no estaba autorizado el depósito de hexano. Javier de Olmos, jefe de Bomberos de Río Cuarto, sostuvo que la explosión destruyó gran parte del lugar donde trabajaban los ingenieros químicos. "Ha ardido todo lo que es diferentes tipos de hidrocarburos, se ha quemado un vehículo eléctrico", señaló. (Agencias)