LA PAZ (DPA).- El presidente de Bolivia, Evo Morales, propuso anoche a los líderes opositores la convocatoria a un referéndum nacional de revocatoria de su mandato y de los nueve prefectos (gobernadores) como una salida a la actual crisis institucional.

"El referéndum revocatorio será tanto para el presidente de la República como para los nueve prefectos", anticipó ayer el presidente, que cita a fuentes próximas al mandatario.

"Es y será la vía más democrática para definir si los bolivianos están con el cambio o con la derecha fascista que no acepta una Bolivia para los bolivianos", aseguró anoche Morales.

Por otra parte, el asambleísta por Santa Cruz Carlos Romero denunció ayer que dirigentes cívicos y autoridades de seis regiones opositoras preparan un golpe de Estado para poner fin al gobierno de Morales. Romero, uno de ideólogos del Movimiento Al Socialismo (MAS) al interior de la Asamblea Constituyente, dijo que la oposición está en plena acción combinando medidas de protesta en Bolivia y realizando campaña internacional de desprestigio al actual gobierno. "Una huelga de hambre es una medida defensiva pero que tiene impacto interno, mientras que la campaña internacional de los cuatro prefectos es un acción planificada", dijo sobre la protesta que se inició el lunes en las ciudades de Santa Cruz, Trinidad, Tarija y Cobija

En tanto, el gobierno de Bolivia informó ayer que no solicitó a la OEA una misión de observadores que visite el país, pero que en cambio sí pidió que la Comisión Interamericana de Derechos

Humanos (CIDH) investigue recientes muertes en la ciudad de Sucre, informaron ayer fuentes oficiales.

"No hemos solicitado ninguna misión oficial (a la Organización de Estados Americanos, OEA) en Bolivia", dijo el viceministro de Coordinación Gubernamental, Héctor Arce, al término de una reunión con el secretario general del organismo, José Miguel Insulza.

Los prefectos (gobernadores) de cuatro departamentos bolivianos (Santa Cruz, Cochabamba, Tarija y Beni) enfrentados con el gobierno de Morales, habían solicitado a Insulza el envío de una misión de observadores a Bolivia, una posibilidad que, según las reglas de la OEA, requiere de un pedido formal del Ejecutivo boliviano, que no se concretó.

La protesta en las regiones opositoras cuestiona la aprobación en general de la nueva Constitución en un recinto militar de Sucre sin oposición y en medio de disturbios que dejaron tres muertos y 147 heridos. También se critica que el MAS haya aprobado en el Congreso boliviano -sin participación de la oposición- una ley que recorta en 30% el presupuesto de las prefecturas para dar paso al pago de una renta vitalicia para la tercera edad, a pagarse desde enero del 2008.

En tanto, los dirigentes del departamento de Santa Cruz, a través de Branko Marinkovic, presidente del Comité pro Santa Cruz, plantearon ayer la necesidad de convocar a un referéndum nacional de revocatoria del mandato de Morales.

Oscar Vargas, presidente del Concejo Municipal de Santa Cruz, llegó a precisar que ese referéndum deberá incluir a los nueve prefectos y a los alcaldes de los 327 municipios de Bolivia. "El pueblo que defina si quiere seguir siendo gobernado por Evo Morales o no", dijo Vargas, quien anunció que reforzará el grupo de huelga de hambre en Santa Cruz.

El movimiento cívico de seis de los nueve departamentos de Bolivia reiteró ayer que el sábado 15 terminará el plazo para que el gobierno responda sobre el futuro de las autonomías departamentales.

De lo contrario, dijo, se implementará un modelo de autonomías de facto.