BUENOS AIRES.- El juez federal Norberto Oyarbide dispuso ayer la elevación a juicio oral y público de la causa penal que afronta el ex presidente Carlos Menem por el presunto ocultamiento al fisco de millonarios depósitos en la banca suiza y otros activos, pero el actual senador por La Rioja no irá al banquillo mientras goce de fueros parlamentarios.
Menem, de 77 años, fue procesado bajo cargos de "omisión maliciosa" por no haber declarado la totalidad de su patrimonio al fisco, en octubre de 2000, y por los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario y falsedad ideológica de instrumento público, dijeron fuentes judiciales.
El sumario contra Menem que instruyó Oyarbide quedará ahora en manos de un Tribunal Oral Federal que, en principio, deberá requerir al Senado el desafuero del legislador si pretende avanzar en el proceso.
De otro modo, habrá juicio si el riojano renuncia o si completa su mandato, en 2011. Si bien Menem afronta varias causas por presunta corrupción administrativa en su década de gobierno (1989-99), la investigación encabezada por Oyarbide fue una de las que más complicaciones acarreó al ex mandatario: sus cuentas en el exterior fueron congeladas y, durante un año, estuvo en rebeldía con la Justicia, radicado en Chile.
De hecho, Menem regresó al país hace tres años cuando la Cámara Federal porteña le concedió una exención de prisión, luego de que Oyarbide ordenara su arresto tras la ausencia sistemática a las convocatorias judiciales.
El propio ex presidente se autoincriminó de forma involuntaria al afirmar, en una entrevista con la cadena norteamericana CNN, que tenía depósitos en la Unión de Bancos Suizos por 600 mil dólares. Las colocaciones no figuraban en su declaración jurada de bienes y, entonces, la Justicia inició una investigación.
La pesquisa, finalmente, avanzó sobre otros bienes que Menem había ocultado y ahora el juez Oyarbide llevó el caso a la instancia del juicio oral para determinar si, además, el senador evitó declarar depósitos por 6 millones de dólares que figurarían en una cuenta abierta a nombre de una sociedad de fantasía del principado de Liechtenstein: Red Spark Fundation o Spark Fundation.
