Lunes 03 de Diciembre de 2007 Edicion impresa pag. 32 > Policiales y Judiciales
Mañana será la sentencia por un sangriento motín
Fue en Córdoba, hubo 8 muertos y 70 heridos. Son 24 los presos que están siendo juzgados.

CÓRDOBA (Télam).- El veredicto del juicio que se le sigue a 24 presos de la cárcel de Córdoba, acusados de intentar escapar del penal durante un motín en febrero de 2005 y a bordo de un camión en el que murió uno de los rehenes, se conocerá mañana en los tribunales de la capital provincial.

Fuentes judiciales informaron que los imputados podrían llegar a ser condenados a penas de entre 16 y 18 años de prisión, tal como lo pidió el fiscalía de juicio ante la Cámara del Crimen Séptima de Córdoba.

El fiscal Fernando Amodeo pidió que 22 de los acusados sean condenados a 16 años y los otros dos a 17 y 18, como coautores de los delitos de evasión y robo calificado de automotor, ambos en grado de tentativa, en concurso real con privación ilegítima de la libertad agravada por la muerte de la víctima.

Por su parte, los defensores de los acusados, muchos de ellos ya condenados por graves delitos, cuestionaron distintas pruebas y evidencias reunidas durante la instrucción de la causa y ventiladas durante el debate, al tiempo que plantearon una serie de atenuantes sobre las durísimas penas que pidió la fiscalía.

Este debate se realiza sin jurados populares y, debido a la cantidad de reclusos imputados, la seguridad de la sala de audiencias del tribunal está a cargo de miembros del Servicio Penitenciario de Córdoba, policías de la Alcaidía de Tribunales y efectivos del grupo de elite Eter.

A los 24 presos se lo acusa de intentar escapar del penal a bordo de un camión Fiat Iveco perteneciente a la cárcel, en cuyo parabrisas colocaron como escudo al agente penitenciario Claudio Abregú, y con el cual derribaron uno de los portones de la cárcel para poder llegar a la calle.

En su alegato, el fiscal Amoedo aseguró que esta maniobra se trató de "un plan perfectamente organizado", pues "prepararon el camión y la caja para ocultarse con tablones, quisieron poner dos guardias como rehenes pero sólo subieron a uno, llevaban armas y púas y contaban con el apoyo de otros presos que

hacían disparos desde el techo de la cárcel".

Ante esa situación y a raíz de la orden impartida por el propio gobernador de la provincia, José Manuel de la Sota, de repeler cualquier intento de fuga, el vehículo fue baleado por decenas de policías que permanecían apostados en los alrededores del penal y Abregú murió.

Estos hechos ocurrieron a en los primeros días de febrero de 2005 durante un sangriento motín dentro de la unidad penal del barrio San Martín de la capital cordobesa, en el que hubo ocho muertos y 70 heridos.

Esta revuelta carcelaria, y el posterior intento de escape, se convirtió en la más sangrienta en toda la historia criminal cordobesa.

De acuerdo a los datos reunidos durante la investigación, el motín se generó por el hacinamiento existente en el penal y por el descontento que provocaron las nuevas exigencias impuestas por las autoridades para el ingreso de visitas.

A raíz de lo ocurrido, los integrantes del Tribunal Superior de Justicia de la Provincia de Córdoba decidieron realizar tres juicios, uno de los cuales ya se realizó y el segundo que terminará mañana.

En el primero, que concluyó a fines de octubre pasado, el recluso José Eusebio Villarroel fue condenado a prisión perpetua.

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