NEUQUÉN (AN)- La Cámara Federal de Roca confirmó que el Estado nacional debe ampliar la capacidad de la presa Portezuelo Grande para que pueda contener una crecida máxima probable del río Neuquén de 14.520 metros cúbicos por segundo.
Lo hizo mediante un fallo que contiene durísimos conceptos hacia el Poder Ejecutivo Nacional. Por ejemplo el camarista Ricardo Barreiro dijo que "la tesitura asumida -por el gobierno, que se muestra remiso a realizar las obras- se acopla perfectamente a la del rol del Estado típica de la década 1989/99, dedicada por el poder político a desarticular la función estatal tuitiva y bienhechora, optando por transformarlo en pastor ciego de un rebaño en medio de lobos".
Su par Carlos Müller dijo, a su vez, que la postura del gobierno "ha incrementado mi escepticismo sobre su real grado de preocupación respecto de la seguridad de los aprovechamientos hidroeléc
tricos".
El fallo de la Cámara confirma una resolución de la jueza federal de Neuquén, Carolina Pandolfi, quien resolvió un amparo presentado por una vecina de Cipolletti, Rosa Rozniatowski, patrocinada por el abogado Andrés Griffero.
Como informó este diario en abril, cuando salió el fallo de primera instancia, la jueza Pandolfi señaló que "el Estado Nacional omitió, de manera manifiestamente ilegítima y arbitraria, llevar a cabo las medidas necesarias para prevenir el daño" que podría causar una crecida histórica del río Neuquén.
Meses después, el Organismo Regulador de Seguridad de Presas (Orsep) inició estudios para calcular la inversión necesaria destinada a evitar que una crecida supere la capacidad de Portezuelo. Pero mientras tanto el Estado apeló el fallo de la jueza Pandolfi y el caso llegó a la Cámara Federal de Roca, que emitió el duro pronunciamiento que se conoció días atrás.
El juez Barreiro, autor del primer voto, indicó que "no hay condena a realizar 'una' obra, tal y como si ella hubiese sido definida, en sustancia y cantidad, por este poder jurisdiccional. La condena es, en cambio, a realizar las obras necesarias para garantizar la seguridad en caso de registrarse una crecida máxima probable de 14.500 metros cúbicos por segundo sobre la presa, y queda librado a la discrecionalidad técnica de la autoridad en la materia escoger cuál o cuáles serán esas obras".
Y agrega: "Lo que la sentencia ha puesto a la vista" es "la impudicia con la que algunos funcionarios acometen la labor de administrar el país".
En julio del 2006 hubo una crecida y se estima que el río llegó a los 10.200 metros cúbicos por segundo. La máxima histórica se produciría si coincidieran un deshielo de gran cantidad de nieve y una lluvia abundante.
