ENRIQUE CAMINO
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Las segundas partes nunca fueron buenas. Este dicho, legado del refranero popular, ha sido muy tomado en cuenta en los pasillos de la comuna viedmense, de preparativos para que Jorge Ferreira repita por cuatro años más.
Por ese motivo, el jefe comunal buscó maniobrar con tranquilidad frente a los compromisos que se avecinan y pulir las estrategias en una serie de reuniones que mantuvo con sus colaboradores más inmediatos.
La cautela tiene factores influyentes de forma y de fondo. A su primer acto oficial en la inauguración de la Plaza de los Inmigrantes, luego de unas breves vacaciones, concurrió tan distendido y tarde que la gente aplaudió a rabiar bajo un sol calcinante. No porque veían que se asomaba la figura del intendente en el horizonte, sino porque ponía fin al plantón de casi una hora.
Es que al retorno, se encontró la semana pasada con que no arrancaba una segunda gestión con todos los soldados necesarios. Pero, ¿cuál es el grado de conformismo que envolvió en estos días al entorno del intendente capitalino?.
La respuesta está en los hechos: los índices de indigencia y pobreza tuvieron un importante descenso con respecto a los registrados el año pasado, totalizando una baja de más del 60% en los últimos años. De acuerdo a las estadísticas publicadas por el Estado Nacional, en el conglomerado Viedma-Patagones la indigencia en hogares se ubica en el 5,7%, lo cual implica una reducción con respecto al 8,1 del primer semestre del año pasado.
Desde mayo de 2003, cuando la indigencia en hogares se ubicó en 19,6%, la reducción ha sido sostenida y paulatina. Índices similares se registraron en la indigencia medida en cantidad de personas, que bajó en el mismo período del 26,4 al 8,6%.
El índice que mide la pobreza, es decir el de aquellos hogares o personas que no alcanzan a cubrir la canasta básica familiar, descendió también en los últimos meses.
Las conclusiones indicadas en una carpeta del despacho comunal develaron otros dos secretos, que llevaron a la distensión.
Una mejora en la actividad económica y la migración de muchos beneficiarios al programa Familias por la Inclusión Social. Un total de 861 personas dejaron de ser beneficiarios ya que consiguieron un empleo, lo cual representa el 30% de las bajas. Mientras tanto, otras 975 personas migraron al programa Familias.
Por ello, "arrancamos con los que estamos", fue el concepto que pareció transmitir Ferreira a sus seguidores más inmediatos.
Otra idea-pregunta-respuesta fue: "si nos bancamos cuatro meses sin secretario de Acción Social, ¿por qué no seguir adelante cómo estamos y luego definimos nombres?".
Las bajas se engrosan en el área de Gobierno, dado que el economista Diego García -hombre del vicegobernador Mario De Rege- optó por rechazar la oferta de una dirección que secunde al secretario Darío Berardi.
Un apasionado y apurado análisis que surgió de las filas del intendente y de sus pares de otras líneas, es que con el "personalismo" que encarna Ferreira hay que estar muy entrenado para seguirlo en el trabajo de equipo. El fervor del entorno del jefe comunal tiene una lectura distinta: "muchos no quieren venir dado que aquí hay que laburar".
En estas declaraciones de propósito, y antes de que la directora de Gobierno, Hilda Schlliter, deje vacante esa función para pasar a desempeñarse como presidenta del Concejo Deliberante; le encomendaron una tarea de hormiguita habilidosa. Allanar el camino para plantear un nuevo organigrama en el funcionamiento del Poder Ejecutivo que jerarquice funciones.