SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El diplomático egipcio Mohamed El Baradei, principal negociador en el ámbito nuclear de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y Premio Nobel de la Paz en el 2005, elogió ayer en Bariloche el "liderazgo mundial" de Argentina en materia de desarrollo tecnológico y de seguridad.
"Argentina ejerce un liderazgo internacional muy destacado, como se vio en la exportación a Australia del reactor de investigación OPAL de 20 megawats, al igual que otros vendidos antes a Egipto, Argelia y Perú", dijo en relación a los desarrollos de la empresa estatal rionegrina Invap. "Esto demuestra que Argentina ejerce un rol activo tecnológico especial en cuanto a reactores que usan uranio de bajo enriquecimiento, lo que reduce aún más el riesgo de proliferación nuclear", agregó.
El Baradei es una voz más que autorizada en este ámbito. Fue elegido por tercer mandato consecutivo como director general del Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), puesto en el que debe navegar entre fuertes presiones de Estados Unidos e Israel por un lado, y algunos países árabes por el otro (ver aparte).
El diplomático llegó a Bariloche el miércoles y se alojó en el "art hotel" El Casco, que cuenta con 300 obras de los más importantes plásticos argentinos. Ayer visitó por la mañana las instalaciones de la empresa Invap en Llao Llao, almorzó con el vicegobernador Mario de Rege, y por la tarde concurrió al Instituto Balseiro en el Centro Atómico Bariloche, donde recibió el diploma "doctor Honoris Causa" de parte de la Universidad Nacional de Cuyo y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).
En su discurso ante un salón repleto de prestigiosos científicos y tecnólogos de Bariloche, El Baradei repasó la búsqueda mundial de desarrollo de generación de energía nuclear, a la que ponderó por su casi nula emisión de gases de efecto invernadero y su óptima relación de costos con producción, afirmando que Argentina "ejerce un liderazgo regional en América Latina" en este ámbito.
Describió la evolución de la energía nuclear en los países desarrollados y la búsqueda de desarrollo en las naciones periféricas, marco en el que destacó la historia argentina en la materia y el potencial en marcha.
"Por muchos años Argentina ha sido un firme socio de OIEA, en especial como activo partícipe de diversos tratados de no proliferación nuclear" expresó, destacando también los estándares nacionales en materia de seguridad y transparencia.
Dijo que en el mundo hay unos 439 reactores nucleoeléctricos operando en 30 países, donde aporta más del 15 por ciento del total de la energía generada. Señaló que 15 de los 30 nuevos reactores en construcción en el mundo están en países en desarrollo, mientras que en China se concentra la máxima expansión en este ámbito.
También describió las desigualdades existentes en el consumo de energía: en los países centrales el consumo per capita es de 8.600 kilovatios por año, en tanto que en África es 170 veces menos y alcanza apenas "al consumo energético per capita equivalente al de una bombita de luz". Argentina, en el medio, consume 2.800 kilovatios por persona por año.
Este esquema y el panorama crítico de los combustibles fósiles, dijo, ponen a la energía nuclear en el centro de la escena futura, cuando seguirá creciendo en la mezcla de sistemas de generación.
Al referirse al país El Baradei destacó el programa lanzado por el presidente Néstor Kirchner en 2005 para reactivar Atucha II y crear una infraestructura que "permita aumentar considerablemente la generación nucleoeléctrica entre 2010 y 2025".
