El jefe de gabinete, Alberto Fernández, concretó ayer ante la Cámara de Diputados su último informe de gestión como funcionario de Néstor Kirchner, con un discurso sin dar debate, en el cual fustigó a la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, y al electo jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, a la vez que afirmó que la Argentina está "en el purgatorio".

Al defender el pedido de prórroga de la emergencia económica, Fernández afirmó que el país "ha recorrido el camino que va del infierno al purgatorio" y utilizó una metáfora religiosa al sostener que, si bien "falta mucho por hacer y pagar algunos pecados pendientes", declaró:" todos estamos con la lupa para ver si San Pedro nos abre las puertas".

Con más de dos horas de demora por la falta de quórum para abrir la sesión, Fernández, realizó un balance de la gestión donde destacó tanto el crecimiento económico como la política de derechos humanos llevada adelante por el Gobierno de Néstor Kirchner.

Ante la presencia de los diputados opositores, el jefe de Gabinete -confirmado para el cargo en la próxima gestión que encabezará Cristina Fernández- aseguró que en estos cuatro años y medio de gobierno se crearon tres millones y medio de empleos.

Fernández destacó la acumulación de 45 mil millones de dólares de reservas, mientras que subrayó el ritmo crecimiento de 9 por ciento anual de la economía, bajándose tanto la pobreza como la indigencia.

Por otra parte, el jefe de Gabinete se mostró orgulloso de la políticas de derechos humanos llevada adelante por el gobierno de Kirchner, al señalar que se ha "sometido a los genocidas a los procesos propios de cualquier ciudadano".

Los represores "están rindiendo cuentas de los atroces delitos que han cometido", señaló Fernández, quien dijo que desde el Ejecutivo "no hemos alterado procedimientos ni el derecho de defensa".

"Era una deuda que la democracia tenía con los argentinos, y quedará definitivamente saldado cuando la sentencia caiga sobre los responsables de estos delitos", aseguró el jefe de Gabinete en su informe.

Críticas opositoras

El macrista Pinedo hizo un reconocimiento al tono cordial utilizado por el ministro y se manifestó "contento de que no nos haya insultado de entrada", el radical Miguel Giubergia reconoció los progresos en materia de

derechos humanos pero preguntó "qué es lo que hizo para que aparezca con vida Julio López" y dijo que el no cierre de la renegociación de contratos con empresas concesionadas demuestra "una incapacidad total" del gobierno al no poder haberlo hecho en más de cuatro años de gestión.

El jefe del bloque radical, Fernando Chironi, a su vez, le enrostró al jefe de Gabinete que su anterior exposición había dicho que la corrupción revelada en el caso Skanska era "entre privados" y terminó siendo procesado un ahora ex presidente del Ente Regulador del Gas, Fulvio Madaro.

(DyN y Redacción Central)