Viernes 30 de Noviembre de 2007 Edicion impresa pag. 19 > Municipales
CALF lanzó un plan de ahorro de energía
Intenta que no queden sin luz los grandes usuarios que generan empleo. Proponen bajar en casas, comercios y el Estado

NEUQUÉN (AN).- Ante la posibilidad de que este verano regresen las restricciones a la demanda eléctrica en el país, las autoridades de la cooperativa CALF lanzaron ayer un plan especial de ahorro energético que apunta a evitar que los recortes pongan en peligro puestos laborales en las empresas que son grandes usuarios. Otras jurisdicciones lo intentaron en el invierno, pero el gobierno nacional les dijo que no.

El plan busca generar un ahorro voluntario en el que participen el alumbrado público, las dependencias gubernamentales, los comercios y los usuarios residenciales.

La iniciativa obedece a las versiones que dan cuenta de que en las próximas semanas volverían las restricciones a la demanda de potencia en las grandes empresas debido a la falta de oferta de energía. Estos recortes afectaron a una veintena de industrias de la ciudad en el invierno.

"La proyección es que va a haber recortes y van a ser más importantes que en el invierno, pudiendo llegar a exigírsele a estas empresas que reduzcan en un 70% su demanda eléctrica", explicó el titular de CALF, Marcos Silva, en referencia a las disposiciones que establece la compañía administradora del mercado mayorista eléctrico (Cammesa). Lo que reclama el organismo es una gran reducción de potencia para estos usuarios durante determinadas horas del día, las de mayor actividad.

El plan de CALF (a partir del lunes habrá folletos en las dependencias públicas, se basa en un uso racional de la electricidad. "La idea es que entre todos colaboremos, y por eso si por ejemplo en cada casa de Neuquén se cambia una lámpara común de 75 vatios por una de bajo consumo se pueden ahorrar" una parte de lo que la ciudad tendría que reducir, aseguró Silva.

Entre las propuestas se incluye un mayor control en las dependencias de la administración pública y en los monumentos, desenchufando artefactos y apagando las lámparas fuera del horario de atención al público.

Los comercios también forman parte de este plan, ya que con solo cambiar los carteles callejeros por tubos fluorescentes y apagar las luces de las vidrieras que no sean indispensables se pueden ahorrar otra parte. El programa de achique también incluye al alumbrado público donde, en las zonas más iluminadas, se sugiere apagar una de cada tres lámparas.

Si reitera este verano la política del invierno, Cammesa comunicará a los distribuidores, como CALF o el EPEN, cuáles son los grandes usuarios que tienen contratadas potencias superiores para comunicarles la reducción.

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