Viernes 30 de Noviembre de 2007 Edicion impresa pag. 42 > Deportes
Diego, de visita, dejó un mensaje: "Quedate tranquilo, Miguel..."
Maradona estuvo en la práctica "xeneize", apoyó a Russo y alentó al plantel.

Cada vez que Boca da un mal paso, ahí esta Diego Maradona. Por estos días, Boca no viene nada Bien: doble derrota en el Apertura que lo fuera de carrera por el título, justo antes de la Copa del Mundo de Clubes, la competencia que más le importa. Entonces ahí estuvo Diego.

Ayer, el "10" estuvo a media mañana por Casa Amarilla, a la hora que el plantel "xeneize" entrenaba de cara al partido del domingo ante Lanús, que puede decir el destino del campeonato.

Vestido con remera y bermudas azules, Diego se estrechó en un abrazo con Miguel Russo, para luego dejarlo dirigir la práctica. Luego de ello volvió a encontrarse con el entrenador y los jugadores en el vestuarios, donde le dio su apoyo.

Al salir dijo: "Vine a respaldar a Russo. Con Miguel habíamos hablado veinte días atrás y le dije que iba a venir. Quise ver cómo estaban los muchachos después de dos derrotas seguidas. No los encontré bien pero están confiados en que pueden ganarle a Lanús y terminar bien el campeonato, sabiendo que Lanús es un gran equipo y que tienen que prepararse para el Mundial de Clubes", comentó.

Al respaldar a Russo, Maradona dijo no poder entender que la continuidad del técnico dependa de lo que ocurra en el Mundial de Clubes. "A Miguel le dije que se quede tranquilo porque esto no pasa en ninguna parte del mundo. Después de ganar una Copa Libertadores se habla de reemplazantes y otros clubes de la Argentina quedaron afuera del campeonato hace rato y no se dice nada" .

Por otro lado, Maradona dijo que le parece "fantástico que Riquelme no le haya perdonado nada ni al Villarreal, ni a Boca, ni a nadie" al ponerse firme para exigir todo el dinero acordado en su momento. "Es derecho del jugador cobrar lo que tiene que cobrar. Después de lo que sufrió, lo que le pedí a Román es que no le perdonara nada a Llaneza ni a nadie". Luego se despidió y se fue. En Boca, todos volvieron a ser felices.

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