La tradición marca que españoles y latinoamericanos se alternan anualmente, y este año se cumplió una vez más: el argentino Juan Gelman, poeta, pero también periodista y traductor y, sobre todo, testimoniador de un episodio de la memoria de nuestro país, se hizo hoy merecedor del prestigioso Premio Cervantes.

Gelman, nacido en Buenos Aires en 1930 de padres inmigrantes rusos, es quizá el poeta vivo con mayor prestigio de su Argentina natal.

La publicación de su primer libro, "Violín y otras cuestiones", fue en 1956 y desde entonces la poesía siempre lo ha acompañado. "Gotán", "Cólera Buey", "Los poemas de Sidney West", "Si dulcemente", "Carta a mi madre", "País que fue, será"...

Entre sus obras de prosa se encuentra "Ni el flaco perdón de Dios/Hijos de desaparecidos", que escribió con la colaboración de Mara La Madrid (1997).

Pero no sólo su faceta de autor le granjeó el respeto de muchos en América Latina: la militancia política marcó su vida y, obligado a exiliarse tras el golpe de 1976, denunció las violaciones a los derechos humanos cometidas por la dictadura militar argentina.

De hecho, no hace muchos años declaró ante la Audiencia Nacional española en el marco de los procesos abiertos en España contra militares argentinos responsa

bles de desapariciones. Él las sufrió directamente: su hijo Marcelo y su nuera, la española Claudia García, fueron secuestrados como tantos otros argentinos. A Marcelo lo torturaron y lo asesinaron. Sus restos fueron encontrados trece años más tarde. Claudia nunca apareció.

Sin embargo, más de 20 años después, Gelman encontró un nexo de unión con ellos: su nieta. Su nuera estaba embarazada cuando se la llevaron, y la niña, al nacer, fue entregada a la familia de un policía de Uruguay.

"El silencio sobre el crimen lo prolonga", escribió al entonces presidente de Uruguay, Julio María Sanguinetti, al pedirle ayuda para encontrar a su nieta. "La poesía sigue viva, es un tirar contra la muerte", dijo en alguna ocasión.

En la suya, el amor, la memoria, el dolor y la muerte son la esencia marcada por esa experiencia vital.

No en vano, el jurado del Cervantes destacó "la musicalidad y el ritmo de las palabras", que no abandonan el compromiso social y político en su obra literaria.

Antes de exiliarse, Gelman militó en el Movimiento Peronista Montonero. Fue director del suplemento cultural del diario "La Opinión", y luego jefe de redacción del revolucionario periódico "Noticias", de corta vida.

El exilio lo llevó a Italia, Francia y México, y es en este último país donde reside desde hace tiempo.

El Premio Cervantes, dotado con 90.430 euros (unos 118.000 dólares), será entregado por el rey Juan Carlos en una ceremonia de gala que tendrá lugar el 23 de abril, fecha de la muerte de Miguel de Cervantes y Saavedra (1547-1616), autor del "Quijote". Este año tenían opciones Ana María Matute, Antonio Muñoz Molina, Blanca Varela, Enrique Vila-Matas, Gabriel García Márquez, José Manuel Caballero Bonald, Juan Marse y Mario Benedetti, entre otros.

Gelman ha merecido ya galardones como el Nacional de Poesía argentino, el de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo, el Iberoamericano de Poesía "Pablo Neruda", el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, el Nacional de Poesía de Argentina, y el Juan Rulfo entre otros. (DPA/ Télam)