SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Con el CD recién editado en las manos y el vértigo de la presentación en la sangre, el Clan Casalla se prepara para compartir con los amigos y admiradores de la región su tesoro familiar: "La Chingolera" que es, a la vez, un fruto claro del talento cordillerano.
En el escenario volverán a brillar juntos Carlos "Chingolo", Eduardo (hermano menor de Chingolo), Javier (hijo de Eduardo), Carlos (Carlitos: hijo de Chingolo) y Joaquín (hijo de Javier). También estará presente desde el recuerdo el trombonista de la familia, Luis María "Bicho", incluido en el disco como una forma de evitar que la muerte se lleve su arte.
Junto a ellos estarán Pablo Juni (batería y percusión), Pablo Aznarez (violín), Juanjo Miraglia (guitarras) y Mariela Alzatti (congas), buenos amigos y buenos músicos que compartieron distintos pasajes de la historia familiar.
En apretada agenda, lograron programar dos funciones que tendrán lugar mañana, a las 21 y a las 23, en el salón principal del hotel Edelweiss.
El show presentación tendrá algunos pasajes imperdibles como la "pequeña experiencia de jazz" que planean compartir los hermanos mayores, en la que "Chingolo" desarrollará la parte histórica del género y Eduardo la pro
yección contemporánea. O la presencia de Nolo Merchán, que cantará algunas canciones en la segunda función.
Desde lo estético "La Chingolera" es el reflejo de la diversidad artística familiar que transita con igual talento el jazz, rock, algo de folclore y la música tropical y afroamericana.
Ritmos y estilos que nutren el repertorio del disco a través de composiciones propias y piezas recreadas con sensibilidad.
"Los europeos dirían que es un proyecto de world-music, una mezcla de músicas y culturas" sintetizó Eduardo, que llegó el miércoles a esta ciudad para participar en la difusión y el gran show del Edelweiss.El disco, que sonará en vivo durante las dos funciones de presentación tiene hasta un escondido y una chacarera de Sixto Palavecino interpretadas por Javier y Pablo Asnares a dos violines.
Un anticipo de este exquisito material se derramó en marzo sobre el escenario de la Estación Araucanía, en un exitoso recital que el público celebró con muchos aplausos, silencio entusiasta y gestos de cariño.
Mañana será la segunda vez que la familia en pleno se suba a un escenario -en esta oportunidad en el hotel Edelweiss- para hacer de la música una fiesta y compartir este trabajo discográfico que mutó de un proyecto íntimo a un registro distintivo para la ciudad.
"Este es un disco hecho y distribuido íntegramente desde la Patagonia" destacó Eduardo, el único miembro del clan Casalla que no reside en la ciudad.
"Al principio no pensábamos hacer un disco, queríamos guardar un registro de todo lo hacíamos, pero cuando comenzamos a mezclar el materia el proyecto cambio y tuvimos que hacer varias regrabaciones para completar el CD" explicó Javier, el exquisito violinista de "Bajo Fondo" e hijo de Eduardo.
Y la cosa realmente quedó en familia porque los diseños de la gráfica que ilustra el disco y los afiches de promoción fueron creados por Excequiel Casalla, con la ayuda de Daniel y Morena.
El trabajo de grabación, realizado en los estudios locales Superpatria y Antara, concluyó en los primeros meses del año y en marzo se mezcló y masterizó el material cuya edición se cerró la semana pasada. "Nos llegó el lunes y ayer abrimos los paquetes" confió Carlos -hijo de "Chingolo"-, "si, todavía está calentito" bromeó Javier.
