Jueves 29 de Noviembre de 2007 Edicion impresa pag. 06 > Nacionales
Les inyectaba veneno o nafta a los prisioneros

La biografía de Aribert Heim presenta facetas terroríficas. Entre los prisioneros de los campos de concentración de Buchenwald y Mauthausen era conocido como "Doctor Muerte".

Austríaco y de 94 años de edad, Heim inyectaba a los reclusos veneno, o nafta; cronometraba la agonía de los mismos y extirpaba sus órganos sin anestesia.

En el diario El Mundo de España, Marcelino Bilbao se refirió a como fue víctima de una inyección de benceno de parte del llamado "Menguele de Mauthausen".

Heim, sobre su escritorio, tenía un pisapapeles hecho con el cráneo de un muchacho de 18 años. En otra ocasión, un tatuaje inusual de un preso despertó su interés, así que lo mató e hizo con su piel la pantalla de una lámpara para su escritorio.

Para dar cuenta de semejantes situaciones infrahumanas no hicieron falta más testimonios, ya que el mismo criminal anotaba tales acontecimientos en una libreta personal. Además de los testimonios de médicos pasados unos años después de la guerra que acreditaron esos hechos.

Hasta 1962, Heim trabajó como ginecólogo en Alemania. Y apenas se dictó una orden de detención en su contra, su primer destino fue Egipto. Presuntamente pasó por España, Uruguay, Argentina y Paraguay para retornar a tierra ibérica hasta presumiblemente el 2005. La Policía española, alertada por sus colegas alemanes, llegó hasta su presunto domicilio, pero otra vez las órdenes de captura llegaron demasiado tarde. Heim escapó de nuevo y la justicia alemana supone que, desde el 2006, se esconde en Latinoamérica, presumiblemente en Chile. (ABA)

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