En 1955, antes de la caída de Perón, un programa radial, "La revista dislocada", puso de moda una canción de Aldo Cammarota y Armando Libreto. El estribillo decía: "Deben ser los gorilas, deben ser/que andarán por ahí". Derrocado Perón, gorila fue sinónimo de antiperonista, golpista y enemigo acérrimo del presidente depuesto.
Hoy con los resultados difundidos por el gobierno nacional respecto a la elección presidencial, el jefe de Estado afirmó, refiriéndose a la Dra. Elisa Carrió, que: "En la Capital ganó con el voto gorila. En todos lados tuvo voto gorila".
El presidente y su esposa, verdaderos gorilas que practicando el entrismo, se mimetizaron dentro del Movimiento Nacional Justicialista, omiten recordarnos que luego del 25 de mayo de 1973, todos los terroristas liberados e indultados por el presidente Cámpora, inmediatamente pasaron a la clandestinidad y continuaron cometiendo robos y aberrantes asesinatos y atentados terroristas, aún durante la 3ª presidencia del Gral. Juan Perón.
Omiten recordarnos que el Gral. Juan Perón refiriéndose a estos criminales a raíz de un atentado manifestó al pueblo argentino:"Me dirijo a todos los argentinos frente al bochornoso hecho que acaba de ocurrir en la provincia de Buenos Aires, en la localidad de Azul, en el Regimiento de Tiradores Blindados C10, donde una partida de asaltantes terroristas realizara un golpe de mano...". "El aniquilar cuánto antes este terrorismo criminal es una tarea que compete a todos los que anhelamos una patria justa, libre y soberana, lo que nos obliga perentoriamente a movilizarnos en su defensa y empeñarnos decididamente en la lucha a que dé lugar. Sin ello ni la reconstrucción nacional ni la liberación serán posibles". "Teniendo en nuestras manos las grandes banderas o causas que hasta el 25 de mayo de 1973 pudieron esgrimir, la decisión soberana de las grandes mayorías nacionales de protagonizar una revolución en paz y el repudio unánime de la ciudadanía, harán que el reducido número de psicópatas que va quedando sea exterminado uno a uno para el bien de la república".
Pero ese terrorismo criminal no fue ni aniquilado ni exterminado. Por el contrario, esos verdaderos gorilas, repudiados y expulsados de la histórica Plaza de Mayo, hoy ocupan importantes cargos en un gobierno que se dice peronista. Terroristas que fueron expulsados del Partido Justicialista por el propio Gral. Perón por traidores, hoy han llegado al poder de la mano del presidente Néstor Kirchner y seguirán de la mano de la presidenta electa. Entonces... ¿Quiénes son los gorilas?
Justamente el 17 de octubre último, el gobierno de nuestra provincia me pasó a retiro obligatorio de las filas de la Policía. Veintiocho años de servicio de los cuales el último año y medio venía sin funciones desde aquel 31 de abril del 2006 en que fui compulsivamente separado del cargo de jefe de Coordinación y Enlace Operativo de la Dirección de Seguridad Cutral Co por el entonces jefe de Policía, comisario general Carlos Zalazar, quien autoritariamente e injustamente me pasó a disponibilidad y trascurrido el año, como no me quería dentro de la Fuerza, le solicitó al gobernador Sobisch que me pasara a retiro obligatorio. Finalmente hace algunas semanas, recién el Ejecutivo a cargo, el vicegobernador Brollo, concreta el deseo de Zalazar quien fue "echado" en abril tras el crimen del docente Fuentealba y la Justicia lo está investigando por negligente.
El paso del tiempo borra memorias y en algunos casos lo hace también la conveniencia, pero son muchos quienes recuerdan el 30 de abril del año pasado, el violento desalojo de los docentes que ocupaban el acceso a la planta-destilería de Plaza Huincul por parte de una banda organizada que se hizo pasar por obreros de la UOCRA, donde el gobierno dio la orden a la Policía de no intervenir, no actuar en ese conflicto, cuyo estallido se produjo prácticamente al frente de una importante unidad policial (División Tránsito-Ruta 22, frente a "La Torre"). Y donde a pesar de la insistente orden de no actuar y de negárseme los recursos, no sólo desobedecí la orden de alejarme sino que aprovechando la llegada de un reducido número de policías a las órdenes del subcomisario Mario Zambrano y del jefe de la comisaría 6ta intervenimos en medio de la descomunal batalla que ya tenía heridos, sobre todo del lado de los docentes. Con mucha firmeza, paciencia y aplicando el sentido común y casi cuerpo a cuerpo, después de varias horas pudimos controlar la situación, hacer cesar los duros castigos y descomprimir la situación que llegada la noche se normalizó.
Un operativo exitoso al 100% para quienes actuamos, pero el haberle arruinado el plan a la "banda" que llevó a cabo el desalojo nos costó el cargo con el director Seguel y ahora la carrera, es una barbaridad y hasta increíble lo que la jefatura de Zalazar y el gobierno de Sobisch ha hecho con nosotros, pues Zambrano también está en el mismo camino.
Lo que hicimos fue cumplir con el deber, nadie está obligado a realizar una orden indebida o ilegal como fue la de no intervenir, orden que se la atribuyó públicamente y con énfasis en un discurso el gobernador durante un acto policial, veinte días después de aquellos acontecimientos.
¿Qué pasaba si no interveníamos y durante la tremenda batalla mataban a alguien? ¿Quién se iba a atribuir la responsabilidad? Somos víctimas de una medida política tan autoritaria como injusta, dado que no se analizó nada y lo peor es que no se midieron las consecuencias al tomarse medidas tras esos acontecimientos. Detrás de cada uniformado hay una familia que también tiene que soportar estas barbaridades. He sido castigado desde el mismo día de los hechos en que Zalazar me pasa a disponibilidad. Casi veinte días después me inicia un sumario administrativo por otra situación derivada de este caso imputándome siete artículos del reglamento disciplinario por faltas gravísimas a la disciplina, respeto, ética y demás, ordenado como para destituirme. Resulta que luché defendiéndome y el Tribunal Policial me sobreseyó y ahora como Sobisch tiene que entregar un gobierno limpio, soy pasado a retiro.
Quiero mucho a la institución policial y me duele lo que el poder político ha venido haciendo con sus integrantes. No se me dio ni siquiera la oportunidad de despedirme de mis colegas. Me quedan recuerdos muy gratos de mi Policía, tuve muchos superiores, instructores y profesores excelentes y más aún de camaradas subalternos. Mi trayectoria fue totalmente en comisarías y si bien quedo herido por el poder político que no me permitió terminar mi carrera, estoy mal con quienes me hicieron todo este perjuicio, con quienes me fueron indiferentes, con quienes teniendo la posibilidad de haber hecho algo por mí no hicieron nada, como por ejemplo una jefatura que no me representó y algunos políticos conocidos del partido gobernante.
Les agradezco mucho a los amigos que me acompañaron permanentemente y de la comunidad que ha reconocido mi labor. Quedo con el corazón herido pero con la conciencia sumamente tranquila del deber cumplido y de poder caminar por cualquier lugar sin tener que ocultarme, huir o resguardarme entre guardaespaldas. Además, fortalecido para seguir luchando legalmente porque aún no estoy vencido.
Una triste realidad se hace presente cuando uno no puede estar físicamente donde más lo desea. Soy estudiante de Ingeniería en Sistemas de Computación en la Universidad Nacional del Sur (Bahía Blanca).
Los problemas estructurales de esta sociedad, las familias divididas, los conflictos de ideales entre personas allegadas es una cuestión cotidiana. El problema es que hoy se hace presente en mi vida.
El padre es el modelo ideal para un hijo, por lo menos en mi caso, y la verdad que hoy siento que no está pasando un buen momento. La impotencia de un hijo por querer ayudarlo y no poder hacerlo es indescriptible. Los problemas de salud no son más que una consecuencia de los trastornos por los problemas diarios que él (mi padre) está afrontando hoy en día.
La razón por la que escribo esta carta no es para hacer públicos mis sentimientos sino para demostrar que siempre hay alguien apoyando a una persona que uno ama (mi padre en mi caso). Mi más íntimo deseo es que él pueda leer estas líneas y se sienta acompañado, al igual que muchas otras personas que están pasando por situaciones similares.
Hoy, para mí, es un orgullo escribir estas líneas y afrontar los malos momentos de mi padre junto a él. Me da la tranquilidad de haber adquirido el concepto de unidad y familia, que es lo básico, y sobre todo estar agradecido de la educación y el amor que me dio.
Para terminar, les digo a todos los que estén leyendo esto que no pierdan el concepto de familia, que hay que apoyarse unos a otros y tratar de estar unidos, porque siempre van a compartir algo que no permite negación, "la sangre".
Somos familiares de Oscar Ricardo Vázquez Rica o "Maco", como lo llamábamos. Él fue brutalmente asesinado en J.J. Gómez y arrojado al canal principal de riego, apareciendo posteriormente su cuerpo en el mismo canal, a la altura de Cervantes.
La dura y desagradable experiencia, que inesperadamente nos toca vivir, nos lleva a recorrer caminos que nunca hubiéramos imaginado para pedir justicia. No faltaron las entrevistas con policías, fiscales, el Sr. juez Emilio Stadler.
Gracias a ellos por habernos atendido bien e informarnos del estado de la causa, pero lamentamos profundamente que debido a la reforma del Ministerio Público Fiscal no podemos contar con un abogado oficial querellante, lo cual nos preocupa ya que nosotros sabemos de dolor, pero obviamente no tenemos conocimientos jurídicos necesarios que nos permitan eficazmente seguir el juicio.
Por último, queremos agradecer a los "familiares del dolor" por la predisposición a acompañarnos y servirnos de contención y llamamos a la reflexión a quienes conducen los destinos de esta provincia para que de una vez por todas las víctimas tengamos algún derecho y que ese no esté sólo en las leyes, sino también en los hechos.
Ojalá que alguna vez podamos estar orgullosos porque se hizo justicia. Sólo aquellos que perdimos a un ser querido sabemos lo que ello significa.
