NEUQUÉN (AN).- "El se quedó quieto, temblaba mucho y no hablaba. Después se puso a buscar la prótesis del ojo, que se le cayó en el piso del calabozo".
El crudo relato lo dio ayer un detenido que describió como quedó Pedro Alveal luego de que lo metieran en un calabozo de la comisaría Tercera, donde fue detenido porque lo confundieran con un ladrón. Ocurrió en setiembre del 2004, casi un año después de que perdiera un ojo debido a las heridas que sufrió durante una feroz represión policial en la zona oeste.
El relato se escuchó durante la primera audiencia del juicio contra Daniel Rechini y Javier Muñoz, dos policías acusados de "severidades". La causa por el ataque a balazos en el cual perdió el ojo siguen sin fecha de debate.
El detenido, que fue convocado como testigo por la fiscalía, también afirmó que vio cuando dos policías golpearon a Alveal antes de meterlo al calabozo.
"Yo estaba en el buzón (así llamado por lo oscuro y cerrado de la celda). La ventanita que tiene quedó en parte abierta, y por ahí vi cómo le pegaban a Alveal y después lo metieron adentro (del calabozo)", afirmó quien en ese momento estaba encerrado por un robo con arma. Pero no alcanzó a ver el rostro a los policías: "Se veía desde la cintura hacia abajo, aunque por la voz podría sacar quiénes fueron", puntualizó.
La audiencia comenzó en el juzgado Correccional de María Gagliano con el relato de Alveal, quien describió los apremios que sufrió desde que fue trasladado de la comisaría 16, donde estuvo detenido en principio, hacia la Tercera donde quedó hasta la madrugada.
"Me esposaron con la manos atrás y me subieron a la parte trasera de una camioneta. Iban fuerte, frenaban de golpe y volvían a acelerar. Yo me golpeaba contra los costados porque no me podía agarrar de nada", afirmó.
Luego lo bajaron en la comisaría Tercera, y en el pasillo le dieron patadas y trompadas, según declaró. "Además me atormentaban todo el tiempo con cosas que decían sobre mi ojo", recordó.
Otro testigo que declaró fue el policía Héctor Rojo, quien el día de la detención estuvo como oficial de servicio en la comisaría Tercera.
De acuerdo a su descripción, cerca de las 19 la sede policial recibió una denuncia del dueño de un locutorio por un asalto cometido por un joven. Minutos después, desde la comisaría 16 alertaron que había un sospechoso con la características físicas detalladas por el damnificado. Era Alveal, que iban en moto y con una mochila en la que llevaba dos envases de cerveza.
"Las características de Alveal eran muy similares con las brindadas por el dueño del locutorio sobre el ladrón", indicó el efectivo. Y destacó que el joven no estaba armado y que ignoraron quién era hasta "que llegaron sus abogados".
El juicio continuará hoy, y al igual que ayer la sala donde se desarrolla estará colmada por militantes de diversas organizaciones sociales que se movilizaron hasta el juzgado (ver aparte).
Los dos policías acusados fueron sometidos a un sumario por Asuntos Internos de la fuerza, cuya resolución dependerá de la decisión que se tome en este en juicio.