NEUQUÉN (AN).- Mario "Cota" Álvarez levantó el teléfono y lanzó una frase contundente: "Decidí irme, no me van a tener a las vueltas a los 38 años". El delantero aún no se había reunido con el presidente Gastón Sobisch, pero ya sabía que sus días con la camiseta de Independiente habían llegado a su fin.
Álvarez no dio tiempo a que lo "cortaran". El lunes el directivo Juan Carlos Castillo le hizo saber que no podía entrenar, castigado por una pelea que había mantenido con el mánager Claudio Ismail antes de viajar para jugar con Roca.
El "Cota" esperó hasta ayer para que alguien le explique por qué había sido separado del plantel. Aguardó en vano.
Hasta las 21:30 de anoche no había podido reunirse con Sobisch, aunque su decisión era indeclinable. "La verdad es que todavía no se por qué me separaron del plantel. Nadie me dio una explicación. ¿La pelea? Pero si con el 'Turco' (Ismail) está todo bien, ya hablamos. Fue sólo una discusión. Acá me están tratando como un chico. Tengo 38 años y no me pueden tener a las vueltas", insistió.
Antes, el entrenador Diego Landeiro descartó cualquier tipo de conflicto que involucre a Álvarez con el cuerpo técnico o algún integrante del plantel. Incluso lo elogió desde lo futbolístico. A esa altura, el "Cota" ya había decidido: "No me voy enojado con nadie, sólo con un poco de dolor por no saber por qué", cerró el diálogo.
