Buenos Aires.- Alan Schlenker, líder de una de las facciones de "Los Borrachos del Tablón" y que se encuentra prófugo por el crimen del hincha de River Martín Gonzalo Acro, admitió hoy que no es "un santo", que se "peleó muchas veces" por el club y que se entregará en breve porque está "ansioso" por declarar.
El hermano mayor de los Schlenker dijo ser inocente y acusó a Adrián Rousseau de ser el "brazo armado" del presidente del club José María Aguilar y del otro dirigente Mario Israel.
"Es inminente. En los próximos días yo me voy a presentar al juzgado y quiero prestar declaración", anunció hoy Alan en una entrevista al canal de televisión C5N realizada desde la clandestinidad.
Schlenker dijo que aún permanece prófugo porque vive "una injusticia" y porque espera que La Cámara de Apelaciones resuelva sobre su pedido de eximición de prisión.
Sin embargo reconoció: "Es una realidad que una vez que me presente a declarar el juez va a tener diez días hábiles para resolver cuál va a ser mi situación y es inevitable que, al menos esos diez días, yo esté preso".
Respecto de que Adrián Rousseau, líder de la otra facción de la barra y que integraba Acro, lo señaló como autor intelectual del crimen, Schlenker dijo que "todas sus acusaciones fueron falsas y nadie lo dice".
Según él, cuando Rousseau dijo que él estuvo en una confitería donde contrató a "10 sicarios", en realidad estaba "esquiando en Las Leñas".
"Me preocupa la causa porque los dirigentes de River tienen muchos contactos y mucho dinero. Me han dicho que hay una 'mano negra' en la Justicia. Quiero pensar que no es cierto, por eso me voy a entregar", indicó el barra que dijo que está "ansioso por declarar".
"Pero en estas condiciones no me agrada. Seguro que voy a quedar detenido. Me preocupa que la 'organización mafiosa' haya influido a la Justicia", expresó.
El mayor de los Schlenker dijo que terminó en la popular de River porque admiraba a la hinchada millonaria donde dijo que existe "una competencia sana para ver quién va más seguido, quién no falta nunca".
"Yo no soy un santo, pero quiero a mi club, me he peleado muchas veces por mi club y no tengo ningún interés económico en el mismo", indicó el barra.
"Tuve una pistola nueve milímetros" admitió Schlenker, quien aseguró que "jamás" disparó contra alguien, ni mató a nadie, ni contrató a nadie para hacerlo.
En ese sentido, admitió su participación en uno de los hechos violentos ocurridos por la disputa de poder dentro de la barra y que se denominó "La Batalla de los quinchos" y en la que hubo hinchas heridos de arma blanca.
El 11 de febrero tuvimos una discusión con Adrián en los quinchos de River y se hizo tristemente famoso y público este hecho lamentable", reconoció.
Dijo que desde entonces Rousseau "tomó la decisión, vaya a saber por qué, de no ir a la cancha".
También dijo que a partir de ese incidente, Acro también "dejó de ir a la cancha y estaba con Rousseau, al igual que los otros doce chicos que trabajaban como empleados de River y cobraban sobresueldos de unos 5.700 pesos".
Respecto al líder de la facción de la hinchada de River con la que está enfrentado, Alan acusó: "Adrián responde a José María Aguilar y a Mario Israel puntualmente y es su brazo armado".
Aseveró que Rousseau "andaba siempre con una pistola (calibre) 6.35 en la riñonera y se la exhibía a todo el mundo". "Por eso digo el brazo armado, pero además porque él imponía su presencia para intimidar a otras personas", explicó Schlenker, quien dijo que no entiende por qué mataron a Acro porque "Gonzalo no tenía nada que ver en todo esto".
"Quiero que la gente sepa cómo son las cosas y esté atenta a este tema porque tengo en contra a una organización mafiosa y a una persona que está mintiendo por plata, porque Adrián me conoce hace 15 años y es el primero que sabe que yo no haría una cosa así", indicó.
Por último, tras besar una camiseta de River mirando a la cámara pidió que "recen" por él y su hermano Willian, detenido por el caso, porque no tiene "nada que ver" con el crimen de Acro sino que son unos "perejiles".
Fuente: Télam.