Miércoles 28 de Noviembre de 2007 Edicion impresa pag. 34 y 35 > Sociedad
Dos primitos de seis y ocho años murieron atropellados en la Ruta 22
Fue el lunes a las diez de la noche, cuando volvían a su casa cerca de Cervantes. Habían estado en una clase de tae kwon do. Los embistió un conductor de Roca.

Tenían sólo seis y ocho años. Eran dos primitos que, acompañados por sus dos hermanas apenas mayores, volvían el lunes a la noche de su clase de tae kwon do. Apenas pasadas las diez de la noche, los cuatro se bajaron del colectivo para dirigirse a su casa, una chacra cerca de Cervantes, pero los más chiquitos no llegaron. Los dos fueron atropellados violentamente por un automóvil cuando intentaban cruzar la Ruta 22, una vía que ya se cobró innumerables vidas. La tragedia ocurrió en el kilómetro 1.165 de la ruta, aproximadamente a un kilómetro de la curva de Cervantes, con dirección a Regina. Según los datos aportados por la policía caminera, los pequeños, identificados como Carlos Andrés Villagra, de 8 años, y Marcos David Medina, de 6, volvían de tomar su habitual clase en la escuela municipal de Cervantes a bordo de un colectivo interubano de la línea Ko Ko, acompañados de sus dos hermanitas de 11 y 10 años. Cuando los cuatro menores bajaron de la unidad sobre el margen norte de la ruta, las niñas se apuraron a cruzar hacia la banquina contraria para dirigirse a la chacra donde todos vivían pero, por alguna razón, los niños vacilaron y tardaron unos segundos en seguir a las nenas, sin percatarse de que en ese momento circulaba por la cinta asfáltica un Chevrolet Corsa, con dirección Este-Oeste. Posiblemente la escasa iluminación del sector impidió al conductor del vehículo divisar a las criaturas y maniobrar para evitarlas, de modo que terminó embistiéndolas violentamente. Las marcas de la frenada, de unos 15 metros, permanecían ayer sobre la ruta e indicaban que, además, el conductor se desvió y terminó cruzándose de carril.

Cuando la ambulancia llegó al lugar los pequeños aparentemente aún presentaban signos vitales, pero cuando eran trasladados a Roca fallecieron a raíz de los múltiples traumatismos sufridos, sin que se pudiera hacer nada para mantenerlos con vida. Por esta razón, los cuerpos fueron trasladados directamente a la morgue judicial, lugar donde fueron examinados por profesionales que constataron el deceso.

Por otro lado, el conductor del Corsa, Hernán de Bernardi, de 38 años y oriundo de Roca, sufrió un estado de shock profundo, razón por la cual debió ser sedado por la médica que acudió al sitio del accidente y hasta ayer permanecía internado en el hospital Francisco López Lima. Los oficiales de la policía caminera esperaban su recuperación para poder tomarle declaración. Se supo que en el lugar también se le practicó el test de alcoholemia de rigor.

Los cuerpos de las infortunadas víctimas fueron entregados ayer por la mañana a sus familiares para el velatorio y a últimas horas de la tarde fueron enterrados en el cementerio de Cervantes. La investigación quedó en manos del Juzgado de Instrucción 4 de Roca, a cargo de Emilio Stadler, por doble homicidio en accidente de tránsito.

No fue esta la única intervención de la policía caminera el lunes por la noche. Unos minutos antes de la tragedia de Cervantes, a las 21:30, los oficiales debieron acudir a Paso Córdoba, en Roca, raíz del vuelco de un automóvil Fiat Duna que afortunadamente no registró heridos de gravedad. El automóvil circulaba sobre la Ruta Provincial 6 hacia Roca con cinco ocupantes, un matrimonio con dos niños pequeños y aparentemente una de las ruedas pinchó y provocó el vuelco del rodado sobre la cinta asfáltica, a la altura de una conocida colonia de vacaciones.

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