Miércoles 28 de Noviembre de 2007 Edicion impresa pag. 09 > Regionales
Sobisch dijo que comprará la quiebra de TAN
La línea área estatal había sido privatizada por él mismo en 1995. La provincia pagará "una cifra irrisoria"

NEUQUÉN (AN).- El gobernador Jorge Sobisch sorprendió ayer al anunciar que la provincia comprará la quiebra de la desaparecida empresa Transportes Aéreos Neuquén (TAN), que él mismo privatizó durante su primera gestión de gobierno, a fines de 1995.

El proceso de venta de la empresa estatal resultó un fracaso y TAN desapareció sin siquiera indemnizar a sus empleados.

"Estamos comprando la quiebra de TAN, los empresarios que la compraron tuvieron problemas. Nosotros nos hicimos cargo de las deudas que tenían los empresarios con el personal", dijo Sobisch sin que quedara en claro cuál es el beneficio del Estado al adquirir una empresa que no tiene activos y que dejó una pesada deuda con 55 empleados. El gobernador no dijo cuánto costará todo el proceso, afirmó que será gerenciado "por un privado" y sostuvo que la importancia está en las líneas, y en recuperar "un nombre muy importante que tenía Líneas Aéreas Neuquén" (sic).

El de TAN es un caso emblemático pues fue la única empresa que Sobisch vendió en medio de la ola que privatizadora que se produjo durante el gobierno de Carlos Menem en la Argentina.

En 1995 la empresa brasileña VASP compró TAN en 1.500.000 dólares, aunque según una comisión investigadora de la Legislatura costaba más de 8.000.000 de dólares. Su patrimonio era de siete aviones y un taller hangar en el aeropuerto. Operaba con un déficit mensual de 120.000 dólares.

El golpe de gracia vino en 2000 cuando VASP le vendió la firma al empresario Ricardo Sturno. Lo paradójico del caso es que unos días antes de que se hiciera esa venta, Sobisch se había sentado en Brasil con las autoridades de la empresa, que le habían prometido una millonaria inversión. Así avanzó el proceso de desguace hasta que en 2001 Sturno pidió el concurso de acreedores.

Más allá del fin de la empresa y la desaparición de todos los activos, la provincia tuvo que responder por las deudas pues se mantuvo un 6% de las acciones. Por eso, es mucho el dinero que el Estado perdió durante el proceso que, sorpresivamente, se reactiva de la mano de Sobisch, a dos semanas de irse del poder. "Nos hicimos cargo de deudas que tenían los empresarios con el personal, con lo cual, aparte de las acciones que teníamos, pasamos a tener un capital accionario mucho mayor. Les estamos pagando en los próximos días al personal las deudas de la empresa", dijo Sobisch.

Hoy "uno de los abogados de la asesoría general de Gobierno, está comprando la quiebra en Buenos Aires, pagando una cifra irrisoria a nuestro juicio, y la vamos a dejar disponible para el próximo gobierno", fue más allá.

"Al próximo gobierno le dejamos este tema terminado, para que cuando asuma simplemente tenga que reactivar gestiones, y bueno, armar la línea, pero sobre una línea que tiene una historia".

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