Miércoles 28 de Noviembre de 2007 Edicion impresa pag. 42 > Policiales y Judiciales
Asesinaron a una odontóloga y la dejaron en una bañera
La víctima presentaba golpes en la cabeza y ocho puñaladas en distintas partes del cuerpo

BUENOS AIRES (DyN) - Una odontóloga y maratonista de 34 años fue asesinada de ocho puñaladas y golpes en la cabeza en su departamento del barrio porteño de Belgrano, donde él o los criminales dejaron el cadáver atado de pies y manos a la grifería de la bañera, informaron fuentes policiales.

La víctima fue identificada como Mariela Miriam Frydman, oriunda de Córdoba, quien además de su profesión se dedicaba al atletismo y participaba de distintas carreras de aventura.

Las fuentes investigan varias hipótesis, entre las que no descartan una motivación pasional. Los voceros explicaron que la odontóloga fue encontrada muerta por su padre a las 21.30 del lunes en el departamento "A" del noveno piso del edificio de la calle Quesada 2248, entre Cuba y Vuelta de Obligado.

El hombre llegó al lugar luego de comprobar que su hija no respondía a los llamados telefónicos durante las últimas horas. Efectivos de la comisaría 35 entraron a la vivienda y hallaron el cadáver de la mujer dentro de la bañera, y atado de pies y manos a la grifería. Los agentes comprobaron que la víctima además presentaba fuertes golpes en la cabeza, una fractura en el tabique nasal y ocho puñaladas en la garganta, en la espalda y en una pierna.

Al revisar la escena del crimen, los investigadores hallaron un cuchillo ensangrentado del tipo "Tramontina" debajo del cadáver, y comprobaron que la vivienda estaba desordenada.

Las fuentes explicaron que la puerta de entrada al departamento no estaba violentada, por lo que se trata de establecer si él o los responsables del hecho conocían a la víctima o ingresaron con engaños. Los detectives policiales investigaban la falta de dinero u objetos de valor de la casa, por lo que se investigan las hipótesis del robo o de un drama pasional como posibles móviles del crimen, se explicó.

Gladys, una amiga de la odontóloga, conmocionada por el hecho, explicó ante los medios de prensa que la joven era una atleta que destinaba mucho tiempo a entrenar y a correr maratones, y que tenía muchos amigos. La mujer dijo no tener la menor idea de las causas del crimen, y cuando se le preguntó si sabía si la odontóloga tenía novio o admiradores, respondió que "admiradores siempre tenía porque era linda y divina".

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