Miércoles 28 de Noviembre de 2007 Edicion impresa pag. 28 y 29 > Internacionales
Palestinos e israelíes quieren paz en el 2009
Definieron un plan para negociar un acuerdo en el 2008. Gestión de última hora salvó la cumbre del fracaso.

ANNAPOLIS, EE. UU. (DPA) - El conflicto entre israelíes y palestinos vio abierta ayer una puerta a la esperanza cuando los líderes de ambas partes se comprometieron a alcanzar un acuerdo de paz antes de fin de 2008, en una Conferencia de Annapolis que resultó un éxito político para el presidente estadounidense George W. Bush.

Ambas partes llegaron a un amplio y detallado acuerdo sobre cómo se desarrollarán las negociaciones "de buena voluntad", que comenzarán el 12 de diciembre y que cuentan con el beneplácito del medio centenar de países e instituciones presentes en Annapolis, a 50 kilómetros al este de Washington.

Las conversaciones incluirán "todos los asuntos fundamentales" del conflicto palestino-israelí "sin excepciones".

El anuncio, para el que ambas partes prometieron "poner todos los esfuerzos" posibles, llegó en el último instante y, según la Casa Blanca, gracias a la intercesión de Bush en una reunión a solas con Olmert y Abbas.

Tan improvisado fue todo que no hubo tiempo de imprimir el acuerdo en un tipo de letra legible para los 61 años de Bush, que tuvo que usar sus gafas. Palestinos e israelíes conformarán un comité director de las negociaciones que se reunirá periódicamente. Su primer encuentro será el 12 de diciembre.

Los trabajos estarán supervisados directamente por los propios Olmert y Abbas, que se reunirán cada dos semanas.

El comité desarrollará "un plan conjunto de trabajo" y "establecerá y supervisará el trabajo de los equipos negociadores". Además, ambas partes se comprometen a implementar "inmediatamente" sus respectivas obligaciones según la Hoja de Ruta acordada por el Cuarteto para Cercano Oriente (Rusia, Estados Unidos, Unión Europea y Naciones Unidas) en 2003.

Abbas aseguró que la declaración de ayer es un hito. "Nuestra región está en un cruce de caminos que separa dos fases históricas, la fase pre-Annapolis y la fase post-Annapolis", afirmó.

El presidente palestino, no obstante, dejó claro cuáles son sus posiciones inamovibles en la futura negociación, al afirmar que el eventual tratado "debería básicamente conducir al fin de la ocupación de todos los territorios palestinos ocupados en 1967, incluido Jerusalén Oriental, el Golán sirio y lo que queda ocupado de territorio libanés".

Olmert, por su parte, sólo expresó una demanda, pero muy claramente: "Queremos paz. Demandamos el fin al terror, la provocación y el odio. Estamos dispuestos a alcanzar un compromiso doloroso, pleno de riesgos, de manera que podamos hacer realidad estas aspiraciones".

El primer ministro israelí, que reconoció "preocupaciones y dudas" de camino a Annapolis, aseguró sin embargo que "llegó la hora". Ambos líderes alabaron además la amplia representación de la comunidad internacional árabe presente en Annapolis.

En su inédito papel de mediador, Bush felicitó públicamente a Olmert y Abbas, con los que volverá a reunirse hoy, por su "fuerte liderazgo". "Hoy palestinos e israelíes entienden que ayudar al otro a hacer realidad sus aspiraciones es clave para hacer realidad las suyas propias. Ambos requieren un Estado palestino independiente, democrático y viable". "Conseguir este objetivo no va a ser fácil. Si fuera sencillo, ya habría ocurrido hace mucho tiempo", agregó.

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