NEUQUÉN (AN).- Hoy a las 8.30 comenzará el juicio contra los dos policías de la comisaría Tercera acusados de torturar y agredir psicológicamente al joven Pedro Alveal en septiembre de 2004, cuando caminaba en cercanías de su casa del barrio San Lorenzo.
No es el único amedrentamiento brutal que había recibido hasta entonces: cerca de un año antes fue alcanzado por 64 perdigonadas de bala de goma, tras una encarnizada persecución policial como consecuencia de lo cual perdió su ojo izquierdo.
Ayer "Pepe", como le dicen sus compañeros de la Cerámica Zanon en donde trabaja, fijó sus expectativas sobre el proceso judicial en el que están acusados los policías Daniel Rechini y Javier Muñoz.
"Tengo la esperanza de que los dos paguen en la Justicia lo que me hicieron, porque ese día me hicieron volver al 25 de noviembre de 2003", cuando fue agredido con los balazos de goma cerca del estadio Ruca Che, durante una represión contra manifestantes que se oponían a la bancarización de subsidios provinciales.
Las audiencias del juicio, hoy y mañana, se desarrollarán en el juzgado Correccional 2 de esta ciudad, a cargo de María Gagliano. La querella está conformada por la víctima, Alveal, representado por los abogados Ivana Dal Bianco, Romina Sckmunck y Fernando Dalmazzo. La fiscal es Sandra González Taboada.
Para hoy está previsto que el primero en declarar sea la víctima. Los testigos de la querella son el secretario general del Sindicato Ceramista, Alejandro López y el periodista Elio Brat.
López afirmó ayer que la medida de la saña con que fue agredido el joven se encuentra "en la forma en que le pagaron donde tiene la prótesis" mientras estuvo detenido en la comisaría Tercera.
Al ser consultado, Alveal afirmó que los efectivos sabían quién era él. Y que antes de llevárselo lo identificaron.
"Yo soy del barrio San Lorenzo. Yo calculo que me conocieron. Y me lo hicieron para que me calle la boca, para perjudicarme y que no hable más de los hechos anteriores. A mí en la comisaría 16 me conocen. Me llevaron a la Tercera y es ahí donde me golpearon creyendo que no se iba a enterar nadie", afirmó.
Agregó que esa dependencia policial "tiene antecedentes de mano dura y tortura, y no solamente conmigo, sino con un montón de jóvenes de la comunidad de Neuquén".
"Se los ve muy nerviosos. Involucraron en la causa a más policías para poder zafar", dijo sobre los acusados.