Martes 27 de Noviembre de 2007 Edicion impresa pag. 34 > Policiales y Judiciales
Una murga pedirá justicia por el crimen de Cutral Co
Ayer inhumaron los restos del chico de 17 años que habría sido baleado por otro de 15. El sospechoso quedó libre

PLAZA HUINCUL (ACC) - Escenas de profundo dolor fueron las que se vivieron ayer en la despedida del joven ultimado el domingo a la madrugada, mientras participaba de un cumpleaños. Para hoy a las 20, los compañeros y amigos de la murga donde participaba Eduardo Ariel Guiñez, de 17 años convocaron a una concentración para exigir justicia en la plaza del barrio Otaño.

En tanto, el presunto autor del disparo mortal recuperó su libertad por tratarse de un menor de 15 años.

Ayer por la tarde se cumplió la ceremonia de sepelio de los restos Guiñez, que habían sido velados en el mismo salón comunitario, donde en la madrugada del domingo encontró la muerte.

Numerosos familiares y amigos se acercaron durante el velatorio. El mismo domingo por la noche, los integrantes de la murga en la que participaba Eduardo, junto a otros vecinos, se cruzaron hasta la plaza del barrio y encendieron velas.

Son precisamente los integrantes de esta murga, a la que asistía la víctima desde hace 2 años, quienes impulsaron una movilización para exigir justicia. Será hoy a las 20 y el punto de reunión es la plaza.

En otro orden, en el marco de la investigación que se inició por el homicidio, se conoció que el menor de edad, sindicado como el presunto autor del disparo que ultimó a la víctima, recuperó su libertad.

Ayer, se informó desde la policía que según los testimonios recogidos y que permitieron la reconstrucción de este hecho de sangre, la víctima permanecía afuera del salón comunitario junto a otros amigos. Hasta allí, habría llegado el menor de 15 años, quien lo empezó a increpar con la intención de empezar una pelea.

Los testimonios recabados por los investigadores dan cuenta que Guiñez en ningún momento quiso confrontarse con el agresor. Hasta que finalmente, el presunto autor se desplazó unos metros y lo llamó.

Allí fue el joven, y cuando se encontraban a menos de 2 ó 3 metros de distancia, el adolescente extrajo de entre sus ropas un arma con la que sin mediar más palabras le efectuó un disparo a la altura del pecho.

La bala ingresó a la altura de la tetilla izquierda y le perforó una cavidad del corazón. La víctima que cursaba el 4º año del CPEM Nº 58, cayó casi enseguida inconsciente. El agresor huyó del lugar corriendo.

A pesar de haber sido trasladado hasta un nosocomio para su atención, dejó de existir a las 3 de la madrugada.

Se ordenó la autopsia y allí se extrajo el proyectil, que se estima podría ser calibre 22, pero para certificarlo debe ser sometido a la prueba pericial correspondiente.

El domingo por la mañana, luego de que el juez de turno ordenara dos allanamientos, se logró dar con el paradero del menor, aunque no del arma utilizada.

Una vez que se llevaron adelante todas las diligencias de rigor, se ordenó la entrega del adolescente a su familia.

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí