SAN CARLOS DE BARILOCHE.- Los encuentros que intentan dar forma definitiva al proyecto para regular el expendio de bebidas alcohólicas sigue generando cruces entre concejales y funcionarios. En la última reunión la jueza de Faltas, Cora Rondineau, rechazó las restricciones al consumo en espacios públicos y discotecas y la efectividad del alco-test por las dificultades que debe enfrentar el estado para instrumentarlas.
Por su parte el autor del proyecto y concejal, Diego Breide, cuestionó la postura de Rondineau al considerar que su planteo "no es el esperable de un funcionario municipal" y le recordó que "hay muchas quejas por su desempeño". De fondo subyace el malestar de los inspectores por el escaso respaldo que reciben de la justicia de Faltas.
El edil recordó que la reglamentación propuesta es "un texto ordenado de la normativa vigente" y aclaró que "no se trata de una ley seca ni una cruzada moralizante; es solo una limitante que no resuelve un problema social de fondo pero lo pone en discusión".
Sorpresivamente, los emrpesarios que concurrieron al encuentro anticiparon la decisión de aceptar los cambios de modalidad propuestos si se convierten en ordenanza.
La ríspida reunión de comisión fue la última instancia de revisión para el proyecto que los concejales pretenden tratar el próximo martes, en la sesión que cerrará el trabajo formal de la actual gestión.
Al margen de las diferencias sostenidas con Rondineau, Breide destacó que la iniciativa no tiene mayores objeciones y que solo resta reformular algunos aspectos de la redacción. El texto final sería consensuado en la última sesión plenaria.
Fuente: AB.