El gobierno argentino dijo que impondrá límites a la actividad turística en la Antártida tras analizar el impacto ambiental del caso del crucero "Explorer", que se hundió el viernes con 185.000 litros de combustible. El "Explorer", que naufragó tras chocar con un iceberg a 96 km de la Península Antártica, dejó una extensa mancha de combustible sobre el mar, dijo la secretaria de Medio Ambiente de Argentina, Romina Picolotti, tras sobrevolar la zona. "La mancha tiene 5 km de diámetro y unos 8 de largo, pero es de combustible liviano, diesel marino, y se está dispersando por la acción de los vientos hacia mar abierto", indicó. Picolotti remarcó sin embargo que existe un riesgo ambiental latente ante la posibilidad "de que el casco no tolere la presión atmosférica" y ceda, liberando el combustible, "porque está a 10.000 metros de profundidad". Su cartera, junto a Cancillería y Defensa trabajará para "limitar el flujo turístico" en la Antártida que espera este verano boreal la visita de unos 30 cruceros, el doble que en la temporada anterior.