HUELVA (DPA) - La actriz española Maribel Verdú está viviendo una segunda época dorada. Tiene en los cines "La Zona" y "Oviedo Express", acaba de rodar "Los girasoles ciegos" y en febrero se pondrá en manos de Francis Ford Coppola para protagonizar "Tetro".
Su prolífica carrera y su labor como nexo entre las cinematografías a ambos lados del Atlántico la han hecho además merecedora del Premio Ciudad de Huelva.
Para Verdú, "en la vida todo se repite" y ella ahora se encuentra "en otro ciclo", disfrutando del momento, "del viaje". "Estoy donde me ofrezcan proyectos buenos, con papeles buenos y directores buenos", explicó. "Los actores no somos nadie sin un buen director detrás". Por eso, "Coppola ha podido con todo" y ahora que ha terminado la promoción de sus últimas películas no quiere pensar en nada más. "Lo único que quiero en mi vida es estar a la altura, no decepcionar", afirmó.
"Me da muchísimo miedo y tengo muchos altibajos, pero sé que luego disfrutaré", declaró, añadiendo que con Gracia Querejeta le ocurrió lo mismo al rodar "Siete mesas de billar francés".
Además de trabajar codo con codo con Coppola, "un ser humano excepcional que te hace sentir a gusto y no te recuerda con quien estás", la actriz se mostró ilusionada por volver a Buenos Aires, donde ya rodó "El niño de barro" el año pasado. "Si no viviera en Madrid, viviría en Buenos Aires", afirmó. "Siempre me lo he pasado 'pipa' allí". Respecto al reto de trabajar en inglés, Verdú afirma que es lo menos importante. "Para mí, el riesgo es filmar cada vez. Hasta ahora había desechado los proyectos de Hollywood porque sólo me habían ofrecido 'americanadas'".
