Llevo más de 25 años en esta hermosa ciudad y hace varios que no veo un cambio positivo para Bariloche y su crecimiento.
A un mes de la temporada de verano, me pregunto: ¿dónde está la nueva terminal de ómnibus que tanto se necesita? ¿Dónde está el puerto San Carlos?
¿Y cuál es la respuesta? No hay terminal ni puerto porque la provincia no quiere. Ésa no es la razón por la que no tenemos la nueva terminal y el puerto; no es culpa de la provincia: es responsabilidad exclusiva de los funcionarios de turno, pero no del intendente interino, que en dos meses no puede hacer malabares y tampoco magia.
Hay que ponerse las pilas, señores, y pensar más en nuestra ciudad. La querida Bariloche no sólo se hace de paisajes lindos, sino de un buen servicio para quienes nos visitan durante todo el año.
Hace casi dos años que transito cotidianamente la ruta Neuquén-Centenario, hecho que me permite ser testigo actualizado de diversos problemas que engendran riesgos.
En primer lugar, me referiré al trayecto Neuquén-cabinas de peaje.
a) Desde la rotonda de la fuente de Leloir hasta el paso frente a Ciudad Industrial, la ruta casi carece de líneas demarcadoras observación válida para ambas direcciones.
b) Las luminarias del alumbrado público llegan sólo hasta el tercer puente. Si se transita de noche, al cesar la iluminación mencionada e iniciando una curva a la derecha, se pierde prácticamente la visión del camino, pérdida que aumenta cuando automotores que circulan en sentido contrario atentan muchas veces con poderosas luces altas aún más contra la seguridad. Es frecuente observar zigzagueos riesgosos, producidos en el intento de "encontrar" nuevamente el buen derrotero.
c) Otro momento de gran riesgo se sucede al tomar la curva hacia la izquierda que introduce en la bajada del cañadón de las Cabras: los automóviles que ascienden en sentido contrario deslumbran momentáneamente a los que inician el descenso. Justamente en ese declive se han producido numerosos y graves accidentes, atribuibles según mi modesto entender en gran medida a la ausencia de demarcación del asfalto. El estado de los guard-rails de esa bajada es una muestra elocuente de incontables accidentes.
En cuanto al tránsito Centenario-Neuquén, la inseguridad también se inicia al sobrepasar Ciudad Industrial y descender al cañadón, por ausencia de la demarcación de la cinta asfáltica. Justamente desde allí la "bici-vía" bordea el lado derecho del camino, y en horas nocturnas las motocicletas que transitan de Sur a Norte, equipadas con fuertes faros, sorprenden a los automovilistas ocasionales quienes, creyendo evitar una colisión de frente con alguien que viene a contramano, suelen dar bruscos volantazos y frenadas. La sensación de que "alguien" nos enfrenta a contramano se agudiza al dejar el ascenso y tomar la curva a la derecha. En una oportunidad debí auxiliar a una turista que viajaba con su familia, quien "por evitar un supuesto choque frontal" cambió de vía, saliéndose luego a los coletazos a la banquina.
En virtud de lo expresado, exhorto a la autoridad y/o institución a quien corresponda el mantenimiento del tramo que me ocupa, a que cuanto antes se realice la señalización demarcadora del asfalto en el tramo en que no la hay.
Un viejo cuento dice que cuando a un joven que había presenciado cómo tres chicos le pegaban a un cuarto le preguntaron si había intervenido dijo: "Obviamente que sí, no sabés la paliza que le dimos entre cuatro". Me acordé de este cuento cuando leí y escuché lo que está ocurriendo en la ciudad de Neuquén con el transporte público léase: colectivos y taxis y con lo que se proyecta hacer con el estacionamiento medido, o sea, lo que está ocurriendo entre la municipalidad (poder concedente) y los concesionarios del estacionamiento medido y del transporte público respecto del pobre y desamparado ciudadano neuquino, que recibe una soberana paliza por parte de los cuatro primeros.
¿Por qué? Porque el ciudadano común presencia azorado y sin poder creerlo cómo el poder concedente y los concesionarios, dos figuras jurídicas necesarias pero de intereses económicos generalmente contrapuestos, se desdibujan y confunden en su exclusivo perjuicio.
Veamos algunos ejemplos.
1) Colectivos. Nunca hubo tantas y tan graves y fundadas quejas de los usuarios. Consecuencia: aumento del boleto y del subsidio que recibía la empresa, gasoil subsidiado, etcétera.
2) Taxis. No creo necesario describir todas las quejas por las deficiencias del servicio, por otra parte, ya aceptadas por el propio municipio. Consecuencia: suba de tarifas y premios a nuevos concesionarios, en lugar de hacer cumplir las normas dictadas por el propio municipio.
3) Estacionamiento medido. Lavacoches que condicionan el estacionamiento y parquímetros cada vez más deteriorados, con pantallas que no permiten leer, la mayoría sin iluminación y en estado calamitoso. Consecuencia y "castigo" que se prevé para Altec: un incremento del precio de entre un 40 y un 100%, la eliminación de los diez minutos de gracia, el no fraccionamiento del tiempo de permanencia, el considerar en infracción a quienes se les acabe el saldo durante la permanencia, etcétera. Creo que se quedan cortos; yo agregaría: informar al Veraz sobre estos automovilistas transgresores y desaprensivos.
Todavía no sé por qué esta asociación ¿lícita? entre concedente y concesionario me hizo acordar del cuento del comienzo... no sé. A los ciudadanos nos cabe una última esperanza: confiar en la sabiduría y ecuanimidad de los ediles y en que el defensor del Pueblo haga honor a su nombre y entre todos nos libren de esta pesadilla. Que el señor los ilumine y se compadezca de los ciudadanos.
Diario "Río Negro", 31 de octubre del corriente, columna de Opiniones. No se trata de un empleado desconocido; es nada más y nada menos que un funcionario de segunda línea del gobierno saliente, el mismo que a pocos días de finalizar su gestión predica cómo debería ser la que fue durante 48 largos meses área de su absoluta competencia.
Da a entender que actores obstinados terceros, que no deciden y las restricciones presupuestarias asunto de sus jefes, que sí deciden no le permitieron avanzar más allá de los magros resultados, a pesar de sus ideas prodigiosas.
El hombre sostiene en primera persona que tardó cuatro años en dar el primer paso. Es el del subsecretario neuquino un andar cansino, demasiado flemático como para desarrollar el turismo.
Vaya uno a saber por qué motivo no menciona los cuatro años del período previo de Jorge Sobisch, que en definitiva es quien debió haber trazado las políticas sectoriales. O tal vez de esas cosas medio misteriosas, por poco mágicas se hable poco en los gabinetes ministeriales.
No estaría de más que el gobierno de una provincia con ventajas comparativas instalara algunas consignas y definiera las variables productivas del negocio turístico. Sobre el particular sería deseable en el caso especial de Neuquén una articulación de los capítulos económicos con los ecológicos, como para garantizar cuestiones que tienen que ver con la satisfacción del cliente respetuoso del entorno, el crecimiento empresarial desde el cuidado de la naturaleza, la sustentabilidad, la secuencia inversión-rentabilidad-carga impositiva-protección del medio ambiente, etcétera... a menos que quienes gobiernan consideren que estas cuestiones provenientes del mundo del conocimiento son estupideces absurdas, inútiles, tirando a infames y ajenas a los propósitos políticos.
Ampliando un poco la idea,
1) ¿sabrá Rodolfo Luis Dómina cómo se maltrata el contexto en la provincia del Neuquén? Por ejemplo, ¿se percató de las descargas cloacales de muchas localidades ribereñas, lo que agrede ríos y arroyos? ¿Qué opina sobre la degradación avanzada de los suelos patagónicos que pone en crisis las áreas de monte, estepa y ecotono? ¿Se enteró de la crisis biológica de muchas especies nativas y exóticas, tanto vegetales como animales, incluidos los recursos ícticos y cinegéticos?
2) ¿Hace mucho que el subsecretario de Turismo no transita por la Ruta 234 entre el puente Collón Cura (La Rinconada) y San Martín de los Andes? Su estado deplorable desconcierta a cuanto visitante pretende vacacionar en la zona más emblemática de Neuquén. ¿Qué tal quedaría Punta del Este sin esa cómoda, segura y placentera vía de ingreso con cuatro carriles y 120 kilómetros de extensión conocida como "carretera interbalnearia"?
3) ¿Le interesa al funcionario el turismo de alta gama? En ese caso, ¿dónde están las grandes cadenas de hoteles internacionales que suelen desembarcar en sitios en los que el turismo es un negocio atractivo?
4) ¿Se habrá enterado de que del lado chileno, en las regiones VIII y IX (que limita con Neuquén y tiene paisajes parecidos), el turismo es un producto de exportación que genera cientos de millones de dólares que ingresan a través de los extranjeros que visitan esos lagos y montañas?
En 1905 se le otorgó el Premio Nobel de Literatura a Henryk Sienkiewicz. En su novela más conocida ("Quo vadis") alude a un episodio del apóstol Pedro quien a punto de desertar, apesadumbrado por el miedo o buscando nuevos amparos se cruza con Jesús y le pregunta, en latín: "¿Hacia dónde vas, señor?". Habiendo tomado conocimiento de la parsimonia del subsecretario y observando su apuro por exhibir esa mezcla de angustia con vidriera en oferta, una última acotación: quienes conducen y administran son responsables de los resultados. El turismo debió haber sido una política integral de Estado, pero en vista de los efectos evidentemente no lo fue.
Chayanne deslumbró, no así la organización y seguridad que merecía un espectáculo de categoría internacional como el brindado por el artista el pasado 29 de octubre en el estadio de Centenario.
Interminables filas sin ningún tipo de orden e inexistencia de información al respecto, salvo la transmitida informalmente por los espectadores que ya se encontraban ubicados con anterioridad; ausencia de personal de seguridad y de baños químicos, inexistencia de alumbrado público en las calles que circundan el estadio, considerando el horario de inicio previsto: algunas de las falencias.
Asimismo, una vez que ingresamos y ocupamos los lugares correspondientes, resultó llamativa la gran cantidad de sillas vacías en uno de los sectores, como puede apreciarse en la foto. Aunque estas sillas generaron visualmente un vacío importante, no tardaron en ser "okupadas" por un grupo por llamarlo de alguna manera predominantemente femenino, ubicado detrás de ese sector delimitado por una valla que fue derribada minutos antes del inicio del show sin ningún tipo de esfuerzo.
Finalmente, e intensificando este indeseable modo de proceder, las sillas de plástico dispuestas en todos los sectores fueron utilizadas para pararse sobre ellas, impidiendo de esta manera que todos los asistentes tuvieran el mismo alcance visual. Nuevamente, previsión y seguridad inexistentes.
Queremos agradecer a la Dra. Miguel por la atención que le brindó a mi abuela Amelia Díaz, de 93 años, y por la preocupación y devoción puestos en su trabajo, ya que sin mirar el horario brindó su ayuda profesional: atendió a mi abuela en su día de descanso en nuestra casa y se puso a nuestra disposición para cuando la necesitáramos –y siempre ad honórem, ya que mi abuela no tenía obra social–. También agradecemos la atención que recibimos en el hospital. ¡Muchas gracias, Dra. Miguel!
Por medio de la presente, queremos hacer público nuestro reclamo con respecto a la atención que la obra social Ipross viene prestando a sus afiliados desde hace varios años.
Esta situación se ha agudizado en los últimos tiempos, particularmente para aquellos que residimos en El Bolsón. A la falta de atención de la obra social en esta localidad se suma que los centros de salud de Bariloche se niegan a atender a los afiliados, además de que se dificulta o imposibilita la derivación hacia otras ciudades. En muchos casos, ante una urgencia o emergencia, los afiliados nos vemos obligados a pagar de nuestro bolsillo para que luego el importe nos sea reintegrado según lo estipulado por el Ipross, sin considerar los gastos reales que hemos debido afrontar en esas situaciones.
Como es de público conocimiento, los empleados de la provincia no tenemos la facultad de elegir nuestra obra social, como tampoco a los prestadores. De nuestro sueldo se descuenta una cuota que en realidad no nos beneficia ni nos garantiza la mínima atención que estipula la ley, quedando a merced de los convenios y arreglos que sólo benefician a unos pocos y no precisamente a los usuarios de la obra social.
Desgraciadamente hemos sido testigos de la manipulación y el manoseo al que algunos compañeros han sido sometidos, incluso al límite de que la propia vida corriera peligro por no recibir la atención requerida en tiempo y forma. ¿Qué esperan las autoridades competentes para resolver esta situación de una vez por todas? ¿Adónde van nuestros aportes? ¿Qué lugar tenemos los afiliados en la toma de decisiones? ¿Hasta qué límites llegará la desidia de aquellos que juegan con la salud de los compañeros?
Estamos alertas cuando el poder hace regalos que ni siquiera pedimos y que considera importantes para tener distraídos a sus oprimidos. Por ejemplo, Videla les regaló un mundial de fútbol a los argentinos y todos contentos, inclusive saltando delante del propio dictador, como festejándolo. Les regaló una "mano dura" y los que pedían semejante regalo se distrajeron, mientras veíamos espantados y horrorizados que se quedaban con nuestros hijos y nietos en nombre de una política de Estado, el mismo terrorismo de Estado que hace 120 años cayó sobre la vida mapuce y generó desapariciones, torturas y apremios ilegales durante la campaña de exterminio de Roca, acompañada por una Iglesia que robaba nuestros picikecé (niños) y los "amaestraba" en internados y albergues hasta matarles la identidad, el rakizuam (pensamiento), el kimvn (conocimiento ancestral), es decir, hasta matarlos ideológicamente.
Ahora mismo el papa Ratzinger desde ese centro de poder político que es el Vaticano ha decidido regalarnos a nosotros, pu mapuce, un beato, con amenaza de trasladarle el título al de santo. Es el mismo Papa manipulador que hace poco dijo que la religión católica no había sido impuesta en nuestras vidas. Sin embargo, a este territorio necesitó llegar protegida por el ejército comandado por Roca. Este pontífice cumple con su plan desarrollado, como lo ha venido cumpliendo la Iglesia en sus apenas dos milenios de existencia. Para cumplir ese plan de exterminio, nos "regalaron" el bautismo, los sacramentos, un catecismo lleno de rarezas y misterios, una biblia y algunos libros con incógnitas. Mientras pu mapuce, con diez milenios de existencia en cambio, intentábamos mirar lo que esos libros contenían, nos distrajimos.
Distraídos con esas cosas que nunca pedimos ni buscamos, cuando cerramos esos libros misteriosos y levantamos la vista, nos encontramos como si fuéramos extranjeros, aunque parados en el mismo lugar del que nunca nos fuimos ni nos vamos a ir. Claro, nos entregaban sus "objetos sagrados" mientras nos apuntaban con armas de fuego. No sabíamos cómo hacer para salvar nuestras vidas y, si eso significaba agarrar alguna cosa cualquiera, lo hacíamos. A la vida siempre hay que preservarla. Por esa estrategia también estamos vivos como Pueblos Originarios.
Esas armas de fuego son las que nuestra religiosidad nos impide concebir, ya que rompen el equilibrio de la biodiversidad de la que formamos parte como hombres pertenecientes a la tierra, como mapuces que somos. Nosotros no concebimos esas crueles armas ni esos perversos semihéroes llamados "santos", una especie de personajes literarios que tienen prohibidas las cosas más naturales de la vida, ¡hasta el mismo sexo, que es lo más natural de la naturaleza!
Luchamos contra estas invasiones y no aceptamos este perverso título para un hermano nuestro que murió a manos de la misma colonización. Desterrado de su wajmapu (tierra de origen) lo consumió la tuberculosis, una enfermedad desconocida para nosotros. El método de esa guerra bacteriológica desatada por el Ejército nacional contra la familia de Namvnkura era sencillo: liberar a un prisionero mapuce envuelto en mantas infectadas de esa enfermedad contra la cual no teníamos defensa. Hijo de nuestro Logko Namvnkura y nieto de nuestro Toky Kalfvkura, se lo llevaron vivo. Como lo devolvieron muerto, para disimular semejante asesinato con pérdida de la identidad incluida ¡prometen devolverlo con títulos de semihéroe literario!, que le llamarían "beato", que le llamarían "santo"... regalos de distracción para el Pueblo Originario Mapuce, un pueblo que hoy ya no se distrae.
Esta demostración de nuevo engaño de la Iglesia Católica, a cargo de su nuevo Papa, nos mantiene alertas, incrédulos, elusivos, negándonos a semejantes premios post mórtem para nuestros muertos asesinados por ellos mismos.
Nosotros practicamos una filosofía religiosa de vida abismalmente distinta y opuesta a ésta que nos trae de la mano una reivindicación falsa, artificial, impuesta y ajena. Nuestro NorAdMogen nos impide faltar el respeto de tal manera a las religiones ajenas. Nosotros no tenemos santos; tampoco sacerdotes ni brujos, más allá de que a nuestros médicos o Maci, a nuestras filósofas o Pillan Kuse, a nuestras Autoridades Originarias, les hayan puesto el nombre de "chamanes". Todo lo tergiversan y todo lo pervierten. A nuestro arte textil o Ñimiñ le llaman "artesanía", a nuestros Newén o fuerzas internas ¡le llaman "deidades"! Y a nosotros mismos, claramente identificados con la pertenencia al circuito del Wajmapu o universo circular, ¡nos pusieron "politeístas"! El asombro todavía no permite entretenernos con la caricatura que significa esta manipulación.
Nuestra organización en Lofce, preexistente al Estado argentino y a las iglesias impuestas colonizadoras, tiene claridad porque nuestro Rakizuam o pensamiento circular nos impide levantar a unos hombres como más santos o más héroes que otros. Todos formamos parte equilibrada del mismo círculo natural, no hay jerarquías, y menos papas dictadores en nuestro Pueblo Originario Mapuce.
Jorge Nahuel, DNI 12.648.791
Werken (portavoz) de la Coordinación de Organizaciones Mapuches (COM)
"Cuando el amor es grande, para algunos es insoportable"
Querida Cristina:
Quiero hacerte saber que estoy incondicionalmente a tu lado; en especial, en la situación laboral que estás atravesando.
Fueron muchos los momentos compartidos en que pude verte manifestando tu integridad, bondad, compasión, solidaridad, alegría, entusiasmo, servicio... en resumen, tu amor.
Podría referirme al enorme servicio a la comunidad, detallando entre otras tus actividades de asistencia al hogar de ancianos, a jóvenes con adicciones, a personas sufrientes, a enfermos, a organizaciones no gubernamentales y a la televisión comunitaria de Cipolletti. Siempre en servicio activo, dándolo todo desinteresadamente, no sólo en la localidad o en las ciudades aledañas sino también trasladándote por tus propios medios a cualquier lugar del país y el extranjero para ofrecer el servicio requerido.
Sin embargo, voy a detenerme en algo que me permite reconocer a Cristo a través tuyo: los carteles colgados en los pasillos de tu oficina en los que supongo que serán las personas que te atacan se burlan de vos y del programa "La Buena Noticia". ¡Qué curioso que no puedan soportarte comunicando amor y entendimiento, cuando hemos recibido de otras personas lo bien que les hace ese momento! Se me ocurre que, cuando el amor es tan grande, a algunas personas les resulta insoportable. Y, mientras escribo, experimento compasión, dulzura y amor hacia quienes tienen tanto dolor y sufrimiento en su alma que lo expresan en forma de odio, resentimiento, burla, desprecio.
Por eso, Cristina, en este reflejo del Cristo que veo en vos, encontré este mensaje que te resulta aplicable en la circunstancia que atravesás: "Bienaventurados seréis cuando os injurien y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros". (Mateo 5, 1-12)
