Marion Jones fue la heroína del atletismo mundial, pero ahora, después de confesar que se dopó, los organismos buscan borrar toda sombra de su existencia deportiva y reclaman incluso la retirada de las medallas de sus compañeras en las pruebas de relevos de los Juegos de Sydney 2000.
El Comité Olímpico de Estados Unidos (USOC) exigió a las compañeras de Marion Jones que devuelvan las medallas obtenidas junto a la confesa por doping.
Según aseguró antenoche el portavoz del USOC, Darryl Seibel, las ocho atletas estadounidenses que ganaron el oro en los 4x400 metros y el bronce en el 4x100 junto a Jones deberían entregar también sus preseas.
Chryste Gaines, Torri Edwards, Nanceen Perry y Passion Richardson participaron junto a Jones en el bronce de 4x100, mientras que Jearl Miles-Clark, Monique Hennagan, LaTasha Colander-Richardson y Andra Anderson le ayudaron en el oro del 4x400.
"Debido a la confesión de Jones, creemos que la medallas deberían ser devueltas", aseguró Seibel.
Jones confesó el pasado 5
de octubre haberse dopado con THG antes de los Juegos de Sydney y entregó voluntariamente las cinco medallas ganadas, las dos de los relevos y los oros individuales en 100 y 200 metros y el bronce en salto de longitud.
El viernes último la IAAF (Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo) suspendió a Jones por dos años y le retiró siete de sus medallas mundialistas.
Todos los resultados de Jones a partir del 1 de septiembre de 2000 fueron anulados, y la IAAF recomendó asimismo al comité ejecutivo del Comité Olímpico Internacional (COI) descalificar a Jones y a las integrantes de los relevos 4x100 y 4x400 de los Juegos de Sydney, e insistió en la devolución de todas las medallas y diplomas obtenidos en diferentes competiciones.
Jones deberá entregar también todos los premios económicos ganados, que se estiman en cerca de 700.000 dólares.
Pero la decisión final corresponderá al COI, cuyo comité ejecutivo se reunirá del 10 al 12 de diciembre en Lausana.
El COI también es partidario de quitar las medallas y ahora cuenta a su favor con la recomendación de la IAAF y del propio USOC.
El ente rector del olimpismo enfrenta una complicada situación después del doping de Jones. ¿Qué hacer ahora con las medallas de los 100 metros y los relevos? La norma señala que el oro de los 100 metros debería ir a parar a la segunda clasificada, la griega Ekaterini Thanou.
Pero nada le disgustaría más al COI que ver a la velocista europea con el oro sobre su pecho. ¿Por qué? Thanou y su compatriota Kostas Kenteris días antes del inicio de los Juegos de Atenas 2004 eludieron presentarse a un control antidoping, generando un gran escándalo.
Después simularon un accidente de motocicleta, y finalmente fueron suspendidos por dos años, no llegaron a participar en "sus" Juegos y desde entonces les persigue la sospecha, como ya le pasó a Jones durante siete años.
El COI tratará de buscar el balance entre la legalidad y el "sentimiento" para evitar que el oro de Jones vaya a parar a Thanou y se contempla incluso que la medalla quede vacante.
Tampoco será sencilla la decisión acerca de los relevos. A favor de las compañeras de Jones está la sentencia de la Corte Arbitral del Deporte (CAS) en el caso de Jerome Young. Dio positivo y perdió su medalla de oro en los 4x400 de Sydney, pero no sus compañeros, entre ellos Michael Johnson, ya que Young participó sólo en las eliminatorias, no en la final.
En contra de ellas, que Jones sí estuvo en las finales de Syd-ney. Y que la IAAF sí quitó la medalla de plata al relevo británico de 4x100 en el Mundial de París 2003, cuando se descubrió el positivo de Dwain Chambers por THG.
Si al final las compañeras de Jones pierden sus preseas, ¿pedirán una compensación a la que fue la heroína del atletismo mundial? (DPA)
