El gobierno volvió a utilizar los superpoderes que detenta el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, para modificar a su antojo el destino de más de 1000 millones de pesos que ya estaban presupuestados. El ministerio de Planificación Federal, que seguirá conduciendo Julio De Vido, es uno de los más beneficiados.

A través de las decisión administrativa 581/07, el Gobierno estableció un incremento de 1069 millones de los créditos para gastos corrientes y de capital de la administración nacional.

La mayoría de los fondos frescos que moverá el oficialismo, sin control del Congreso, estarán destinados a las Obligaciones a Cargo del Tesoro, Ministerio de Planificación Federal (313 millones) y la flamante cartera de Educación, Ciencia y tecnología (277 millones).

Como en otras oportunidades, el origen de las partidas reasignadas es el Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial, que aportará 901 millones a los ministerios. "En el resto de los casos, los aumentos son financiados por la reducción de aplicaciones financieras de las jurisdicciones (132 millones), así como por el aumento de recursos propios (35 millones)", según la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).

Superpoderes, poderosa herramienta

Con los superpoderes, el Poder Ejecutivo consiguió arrancarle al Congreso la facultad permanente para modificar el presupuesto sin control parlamentario. Eran un mecanismo de excepción, concebido para hacer frente a la crisis del 2001, ya por lejos su

perada. Pero con el kirchnerismo en el poder se transformaron en una poderosa herramienta de uso cotidiano. Con ella se puede hacer más expeditivo el proceso de reasignación de partidas durante una emergencia, pero también más arbitrario su uso. Puede servir tanto de salvavidas como de elemento de castigo, cuando hay que domesticar a gobernadores díscolos.

Partidas presupuestarias previstas para un fin determinado pueden desaparecer con un solo acto administrativo y transformarse, en ese mismo momento, en recursos disponibles para fines completamente diferentes.

De acuerdo a los fundamentos de la reasignación anunciada ayer por el jefe de Gabinete, "los refuerzos presupuestarios responden a la necesidad de continuar con el desarrollo de las acciones atinentes a las políticas de obras públicas y de energía; atender los gastos de importación de gas de Bolivia mediante la intervención de la empresa Enarsa", dijo la norma.

Agregó además en sus considerandos: "Afrontar incrementos salariales con el personal docente y no docente de las universidades nacionales; financiar el pago de cuotas adicionales otorgadas al personal comprendido en el Fondo Nacional de Incentivo Docente; y atender el financiamiento de las mejoras salariales para el Personal de la Administración Pública Nacional".

(DyN y Redacción Central)