NEUQUÉN (AN).- Los vecinos del edificio de avenida Argentina al 800 presentaron ayer un amparo contra la cooperativa que el jueves tomó posesión y cerró los espacios de uso común. Ayer los vecinos debieron colocar un baño químico en la vereda para que los porteros puedan continuar con su trabajo.

La medida judicial presentada ayer por el consorcio del céntrico edificio donde viven 132 familias apunta a recuperar los espacios de uso común que la justicia dejó en mano de la cooperativa de Vivienda Neuquina de Empleados y Obreros Provinciales Limitada (Covneop) que hace veinte años construyó el edificio.

Desde el consorcio se explicó que el amparo presentado ayer se centra en la inseguridad a la que las 132 familias se ven sometidas por el cierre de los espacios comunes, ya que además del salón de usos múltiples, su cocina y baños, la cooperativa también se quedó con la titularidad del ingreso principal del edificio sobre avenida Argentina.

"Por normas de seguridad un edificio tan grande como este no puede tener una sola vía de acceso y egreso y por eso le pedimos a la justicia que deje sin efecto el dictamen por el cual la cooperativa pasó a ser la propietaria de todos los espacios comunes del edificio, que según las normativas de propiedad horizontal deben ser del consorcio", explicaron los integrantes del consorcio.

"Tuvimos que poner un baño químico en la vereda, porque los ocho empleados de seguridad y limpieza del edificio no tienen siquiera donde ir al baño porque entre el área que se quedó la cooperativa están los baños y la cocina que ellos usaban", explicaron los vecinos, a la vez que recordaron que "ahora cuando alguien nos viene a visitar tiene que tocar timbre sobre la avenida y caminar más de media cuadra hacia República de Italia para poder entrar al edificio".

Los vecinos cargaron ayer contra la cooperativa y a la vez que cuestionaron su legalidad, señalaron que "deben tener intereses inmobiliarios superiores, porque nosotros sabemos que hace tiempo la farmacia de la planta baja quiere ampliarse y no tiene hacia donde".

El fallo de la justicia neuquina dejó en propiedad de la cooperativa constructora prácticamente toda la planta baja del edificio, obligando insólitamente a los vecinos a ingresar por un acceso alternativo y a tener que modificar, además del domicilio de las 132 familias que allí viven, el sistema de depósito de basura, ya que el patio interno a donde caían los residuos es desde el jueves de propiedad de la cooperativa.