Sábado 24 de Noviembre de 2007 Edicion impresa pag. 31 > Internacionales
El Líbano se asoma a un peligroso vacío de poder
Aplazan elección y el país se queda sin presidente. Dictan emergencia y el ejército sale a las calles.

BEIRUT (AFP/AP) - La sesión parlamentaria prevista ayer para la elección de un sucesor al presidente libanés prosirio Emile Lahud, cuyo mandato expira a medianoche, fue aplazada una semana, despertando el temor a un vacío de poder que derive en violencia, en un país de frágiles equilibrios.

El presidente declaró de inmediato al país en "estado de emergencia'' y ordenó al ejército asumir las tareas de seguridad, horas antes de entregar el cargo sin un sucesor a la vista.

El gobierno del primer ministro Fuad Siniora rechazó la medida, incrementando las tensiones. El anuncio generó de inmediato más dudas en medio de la crisis política que atraviesa el Líbano.

Muchos temen que las tensiones puedan desencadenar hechos de violencia entre los partidarios del gobierno prooccidental y de la oposición pro Siria.

El presidente no puede declarar el estado de emergencia sin la aprobación del gobierno, pero el portavoz de Lahoud manifestó que la administración del primer ministro Siniora es inconstitucional. "El presidente de la república declara que como existe un estado de emergencia en todo el país al 24 de noviembre del 2007, el ejército ha recibido órdenes de preservar la seguridad en todo el territorio libanés y de colocar a todas las fuerzas armadas a su disposición'', expresó el portavoz presidencial Rafik Shalala. El comunicado ordena al ejército "presentar las medidas que tome al gabinete cuando sean constitucionales'', dijo.

Poco antes, se anunció el fracaso en elegir presidente por parte del parlamento. "La sesión fue aplazada hasta el viernes próximo, 30 de no

viembre, para permitir más discusiones y con el fin de llegar a un acuerdo" sobre el futuro presidente, afirmó el portavoz del Parlamento, Mohammed Ballout.

La coalición en el poder advirtió a Lahud que debía abandonar el palacio presidencial tan pronto como expire su mandato ayer a la medianoche, algo que el presidente confirmó que haría.

El nuevo aplazamiento llega en un momento de total bloqueo entre la mayoría parlamentaria antisiria, apoyada por Occidente, y la oposición prosiria, liderada por Hizbollah, sobre la elección del sucesor del pro-sirio Lahud.

Poco antes del anuncio, los diputados de ambos bandos habían empezado a llegar al Parlamento, rodeado por tanques y militares, según constataron periodistas .

La mayoría iba en vehículos blindados, mientras toda Beirut estaba sometida a fuertes medidas de seguridad ante la nueva sesión parlamentaria. Ciertas calles comerciales del centro de la capital libanesa aparecían casi desiertas y muchas escuelas permanecieron cerradas ante el temor de atentados. "Si no hay consenso no habrá voto", había vaticinado un diputado del partido Amal, Ali Bazzi.

La mayoría parlamentaria antisiria acusa a la oposición de querer un presidente sometido a Siria e Irán. La oposición, por su parte, denuncia que los antisirios en el poder desean un jefe de Estado sumiso a Estados Unidos.

La mayoría antisiria había pedido a todos sus diputados que acudieran al Parlamento para participar en la sesión de ayer. La oposición, por su parte, había advertido que sus diputados boicotearían la sesión aunque acudiesen a la sede parlamentaria. La oposición reúne al movimiento chiíta Hizbollah, al movimiento cristiano de Michel Aoun y al del presidente del Parlamento, Nabih Berri.

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí