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	A pesar de haber presentado su renuncia, Labrín se disponía a dirigir el cuerpo musical.

NEUQUÉN (AN).- Un ensayo de rutina de la Orquesta Sinfónica de Neuquén se convirtió ayer en el escenario de una discusión entre el ex director del cuerpo, Reynaldo Labrín, la presidenta de la Fundación del Banco Provincia, María Angélica Carnaghi y el director adjunto del cuerpo, Andrés Tolcachir.

El contrapunto se dio ayer pasadas las 10 de la mañana en el Gimnasio del Parque Central donde la sinfónica neuquina realizaba un ensayo junto con la Escuela de Danzas Contemporánea de cara a un espectáculo que brindaron ayer por la noche.

La pelea, por momentos a gritos, se dio cuando Tolcachir y Carnaghi llegaron al gimnasio y se encontraron con que Labrín, a pesar de haber presentado el jueves su renuncia, se disponía a dirigir el cuerpo musical.

Tolcachir reconoció parcialmente el incidente y aseguró que "me sorprendió encontrarme con el director (por Labrín) porque a mí Carnaghi misma me convocó ayer para dirigir este ensayo". Mientras que Labrín advirtió que "hubo unas diferencias sobre quién debía dirigir la orquesta pero quedaron aclaradas porque dirigir el espectáculo de hoy y mañana es un compromiso que asumí con el gobernador cuando le presenté mi renuncia".

No obstante, las diferencias de opinión no se redujeron a los directivos de la sinfónica sino que entre los músicos también se plasmó una separación entre los que responden a Labrín y quienes obedecen a Tolcachir. De hecho, trascendió que varios de los integrantes de la orquesta no abandonaron el ensayo por respeto a los niños de la escuela de danza, que también presenciaron la pelea.

Si bien los empleados de la sinfónica se negaron a brindar declaraciones sobre el incidente, Labrín indicó que "fue algo muy feo pero la gente que apoya a Tolcachir no son muchos, sino que son sólo cuatro". Labrín dejó entrever que también planteó a Sobisch su dimisión como titular de Cultura, puesto que sin embargo ejercerá hasta el 10 de diciembre.