BOGOTÁ (AFP/AP).- La decisión de Bogotá de cortar la accidentada mediación del presidente venezolano Hugo Chávez ante las FARC dejó en el limbo la suerte de al menos 45 rehenes de esa guerrilla colombiana y refleja las tensiones entre dos mandatarios tan cerca en estilo como distantes en política. Mientras, a nivel interno el presidente colombiano Álvaro Uribe recibe críticas por el lado de los familiares de las víctimas, pero incrementa sus índices de popularidad a niveles que superan largamente el 70%.
El ministro colombiano de Defensa, Juan Manuel Santos, reiteró ayer la "voluntad" de su país de hacer un canje humanitario , pero descartó que el presidente venezolano, Hugo Chávez, vuelva a actuar como mediador. La decisión del presidente Álvaro Uribe es "irreversible", reafirmó Santos en la embajada de Colombia en Londres.
Uribe justificó la decisión en que "las FARC quieren protagonismo político, pero no liberar a los secuestrados", manifestó Uribe en la inauguración de una terminal de ómnibus en Bogotá
El gobierno de Uribe dijo que acabó con la mediación del venezolano debido a que contactó directamente a mandos castrenses colombianos, lo que calificó como inconveniente, además de que en sos contactos el venezolano habría pedido al militar que respalde algún tipo de despeje de zonas colombianas, algo que Uribe rechazó desde el principio.
En tanto, la popularidad de Uribe repuntó y se ubicó en 74% a comienzos de noviembre, reveló ayer una encuesta de la firma Gallup Colombia. La tasa de opinión "favorable'' de Uribe era de 71% en septiembre y subió tres puntos porcentuales a noviembre. Los niveles de opinión "desfavorable" pasaron de 20% a 17%, indicó la encuesta .
Pese al fracaso, Chávez pidió ayer al líder de las FARC, Manuel Marulanda, que le envíe las pruebas de vida de los rehenes para el canje humanitario. "Como el proceso ya ha empezado y hay cosas que uno no puede parar, yo espero que las FARC me hagan llegar las pruebas de vida. ¡Mándamelas Marulanda!", dijo.
Uribe dijo también que aceptaría "la decisión unilateral" de liberar algunos de los 45 secuestrados. "Si los terroristas liberan a los secuestrados, en una decisión unilateral, al presidente (Hugo) Chávez, de la hermana República Bolivariana de Venezuela, o al presidente (Nicolas) Sarkozy de Francia, o a la Cruz Roja Internacional, o simplemente los liberan, el gobierno de Colombia desde ya dice bienvenida esa liberación", manifestó.
Por ahora, ambos mandatarios han reaccionado con una calma poco previsible para el estilo fogoso y temperamental que representan Uribe un derechista que propugna la mano dura y es aliado de Washington y Chávez, autoproclamado líder del socialismo del siglo XXI, que compara a Bush con el diablo.
Para los familiares de los rehenes, a quienes la mediación había llenado de optimismo, la suspensión cayó como un balde de agua fría. Yolanda Pulecio, madre de Ingrid Betancourt, pidió a Uribe "que recapacite y vuelva a poner el proyecto en manos seguras, del presidente Chávez y de Sarkozy".