BUENOS AIRES (DyN) - El prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, Leonardo Sandri, y el arzobispo emérito de Paraná, Estanislao Karlic, fueron "creados" hoy cardenales junto a otros 21 purpurados por Benedicto XVI, quien les pidió que sean "testigos de la esperanza".
Sandri tomó la palabra y expresó el compromiso de los nuevos cardenales con la libertad religiosa, los oprimidos, la familia y la vida "desde el inicio hasta su natural conclusión".
Tras la profesión de fe y el juramento de práctica, el Papa entregó a cada uno el birrete cardenalicio de color rojo y confirió la diaconía, titularidad de una iglesia de Roma. "Reciban el birrete rojo como signo de la dignidad del cardenalato.
Significa que deben estar preparados para actuar con fortaleza hasta el derramamiento de la sangre, por el crecimiento de la fe cristiana, por la paz y la tranquilidad del pueblo de Dios y por la libertad y la difusión de la Santa Romana Iglesia católica", les recordó Benedicto XVI.
En tanto, en la homilía, el Papa los exhortó a ser "apóstoles de Dios que es amor y testigos de la esperanza evangélica".
Miles de personas, entre ellos 150 cardenales, así como sacerdotes, obispos, grupos de peregrinos y delegaciones de los países de origen de los nuevos purpurados asistieron a la proclamación. En representación del gobierno argentino estuvo el director de Culto Católico de la Cancillería, Luis Saguier Fonrouge.
Además de los argentinos Sandri y Karlic, entre los nuevos purpurados hay otros dos latinoamericanos: son el mexicano Francisco Robles Ortega, de 58 años, arzobispo de Monterrey, y el brasileño Odilio Pedro Scherer, de la misma edad, arzobispo de San Pablo.
También los arzobispos españoles Agustín García-Gasco Vicente (Valencia) y Lluís Martínez Sistach (Barcelona). Del total, cinco tienen más de 80 años -entre ellos Karlic-, por lo que no podrán participar de un futuro cónclave para elegir o ser elegidos Papa, cuyo número ascendió ahora a 120 miembros, el límite que fijó Pablo VI.
Sandri fue "ministro del Interior" de la Curia Vaticana hasta junio de 2007 y su imagen recorrió el mundo el 2 de abril de 2005, cuando anunció oficialmente la muerte de Juan Pablo II. También fue conocido como "la voz del Papa", por leer los discursos que Karol Wojtyla no podía pronunciar en sus últimas apariciones públicas.
En tanto, Karlic, hoy jubilado, estudió con Pío XII, fue presidente de la Conferencia Episcopal Argentina en dos períodos (1996-1999 y 1999-2002) y uno de los redactores del nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, vigente desde 1997. Karlic, a quien la designación lo tomó por sorpresa, dijo a DyN antes de viajar a Roma que como cardenal intentará "servir a todos sin excluir a nadie, para todos los problemas, inclusive los económicos".
En tanto, Sandri consideró su nombramiento como "una inmensa distinción que me hace el Papa, más que un honor lo tomo como un compromiso para configurarme mejor y más a lo que deba ser mi discipulado como sacerdote, como obispo y como cristiano".
Sandri y Karlic se convirtieron en el décimo y undécimo cardenales para la Argentina, pero sólo el primero será elector en un futuro cónclave. El cardenal Jorge Bergoglio, primado y presidente del Episcopado, es actualmente el único elector y se asegura que en 2005 quedó segundo, detrás de Joseph Ratzinger, quien fue proclamado líder de la Iglesia Católica con el nombre de Benedicto XVI.
El otro purpurado argentino es Jorge Mejía, de 84 años, que renunció en 2003 como Archivista y Bibliotecario del Vaticano y ahora trabaja en pro del diálogo interreligioso.