Viernes 23 de Noviembre de 2007 Edicion impresa pag. 23 > Internacionales
Se termina la huelga que paralizó a Francia
Negociación con los ferroviarios pone fin a la huelga. El presidente gana una de las batallas de imagen.

PARÍS (DPA) - La huelga ferroviaria que desde hace más de una semana generó un caos de transporte en toda Francia terminará este fin de semana, informó hoy la sociedad estatal que controla los ferrocarriles, la SNCF. Según la empresa ferroviaria RATP, en los servicios de cercanías de París ayer la situación estuvo mucho mejor que en los días anteriores y mañana estará al 70 por ciento de su capacidad.

Según la SNCF, los servicios comenzarán a normalizarse desde mañana viernes de forma escalonada. Agregó que el fin de semana la situación se habrá normalizado por completo. A favor del fin de la huelga votaron 42 de las 45 asambleas generales de la empresa, y sólo el 14% de los empleados sigue en huelga.

La tensa situación generada por la medida de fuerza en días anteriores se relajó ayer, después de que las empresas de transporte, los sindicatos y el gobierno iniciaran negociaciones para resolver el conflicto laboral.

La protesta de los trabajadores ferroviarios comenzó el 13 de noviembre y se convirtió en núcleo de una serie de medidas de fuerza contra las reformas anunciadas por el presidente francés, Nicolas Sarkozy. Aunque en términos generales la situación mejoró ligeramente en comparación con los días pasados, en la zona metropolitana de París se produjeron otra vez atascos, debido a la suspensión del tráfico en numerosas líneas del metro y de la red ferroviaria suburbana.

Los ferroviarios se oponen al recorte de sus privilegios jubilatorios. El miércoles se sentaron por primera vez a la mesa de negociaciones representantes de las tres partes implicadas. La secretaria de Transporte, Dominique Bussereau, advirtió que la extensión de la vida laborable a 40 años es un principio no negociable. Pero en el diálogo abierto ayer con los sindicatos realizó ofertas que morigeran el proyecto primitivo. En 1995, manifestaciones masivas durante semanas hicieron fracasar un proyecto similar. Sin embargo, las encuestas indican que, en esta ocasión, las medidas cuentan con el apoyo de una mayoría de los franceses.

Pero al mismo tiempo, y siempre según los sondeos, la popularidad del jefe del Estado va en caída libre por un descontento generalizado provocado por la pérdida de poder adquisitivo. El martes, Sarkozy prometió responder con "nuevas iniciativas" a corto plazo.

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